Alex Wagenberg (Carlyle): El secreto para hacer de las empresas españolas grandes multinacionales

Guía la estrategia de un gigante del ‘private equity’ que entró en España hace 20 años

Alex Wagenberg, socio del equipo de inversión de Carlyle Europe Partners.Pablo Monge

Cuando Alex Wagenberg (Colombia, 1968) llegó a Carlyle en el año 2000, este gigante estadounidense del capital riesgo era un completo desconocido en España. No fue hasta 2004, hace casi 20 años, cuando el fondo hizo su primera operación en este mercado, la toma de la compañía gallega de piensos Saprogal. Y fue tres años después cuando realizó su primera gran transacción española, la compra de la compañía de ITV Applus, que después sacó a Bolsa y que sigue cotizando en el mercado continuo. Wagenberg hoy es managing director, cargo al que llegó en 2008, y socio de Carlyle Europe Partners, con sede en Londres, y este fondo es dueño de compañías con tanto nombre en España como Codorníu, la firma de estampación textil Jeanología y sus dos últimas adquisiciones, el gigante azulejero Altadia y el líder español en contrachapados Garnica Plywood.

Wagenberg confiesa que es precisamente esta búsqueda de aquellos desconocidos líderes españoles, multinacionales, en sectores muy concretos, una de las razones por las que Carlyle sigue encontrando atractivo en el mercado español más de dos décadas después. “Invertimos en empresas que son líderes en sus mercados respectivos. Nuestra estrategia es llevar a estas empresas a crecer y ayudarles a ejecutar sus planes de expansión aún más. En España hay compañías líderes mundiales, aunque quizá no son tan conocidas”, describe. Y apunta además a otras tres cualidades que un fondo tan grande y diversificado por Carlyle encuentra en la economía española. Estas son la “buena cultura emprendedora”, “la calidad en la gestión” y “los modelos de negocio y equipos de gestión de alta calidad, los cuales normalmente también son fundadores”.

Sin embargo, no es este proceso de búsqueda de joyas escondidas y desconocidas lo que más motiva a este ejecutivo de su trabajo en private equity. Reconoce que esta parte “tiene adrenalina” y es “divertida”, pero que hay otra parte que le resulta más “estimulante intelectualmente”, que es trabajar junto a un excelente y experimentado equipo sénior local con sede en España, bajo Mario Pardo y Carlos Robles. El equipo tiene una amplia experiencia en “apoyar y ayudar a crecer a compañías en los cuatro o cinco años de camino junto a nosotros”.

Este seguimiento y mirada a medio y largo plazo de las compañías en las que invierte es la principal diferencia que Wagenberg, que estudió Ingeniería Civil e Investigación Operativa en Princeton, encuentra con su carrera previa a recalar en Carlyle. Fue director financiero en eDreams y director general del negocio de distribución de Hilti Inc. en Colombia. Pero donde se forjó como un hombre de negocios fue durante sus seis años en Goldman Sachs, donde trabajó en sus míticas oficinas en Nueva York y también en Londres y Madrid.

“La parte de ejecutar operaciones tiene algunos aspectos comunes con mi etapa anterior en banca de inversión. Pero una vez cierras la operación en un banco, se acabó, te olvidas. En Carlyle, esto es solo el comienzo del viaje. Lo importante para nosotros es la creación de valor dentro del portfolio, no solo hacer las operaciones”, recuerda.

Es en este camino de la mano de las compañías que compran donde una casa tan grande como Carlyle luce su músculo. “Si estás en un fondo local eres el maestro de tu destino y tienes la autonomía para actuar. Yo, trabajando en un fondo como Carlyle, tengo la misma libertad, pero bajo un paraguas global que nos aporta muchos recursos y con un equipo local excepcional”, explica. Y describe el trabajo en un fondo como este como una combinación. Por un lado, de una visión global, con muchas herramientas, conexiones e información para ayudar a las compañías a crecer. Por el otro, también un trabajo más local, en el terreno. Esta es, en su opinión, la parte divertida.

Cuenta, además, con el cargo de socio del equipo de inversión de Carlyle Europe Partners, algo que le obliga, confiesa, a vivir permanentemente en un avión. Actualmente vive en Londres, donde trabaja la mayor parte del tiempo, pero los rigores de su puesto, con responsabilidad para toda Europa, le exigen estar viajando constantemente. Viene a España un par de veces al mes, pero también viaja frecuentemente a Milán o a Múnich, por ejemplo.

Cuando no está montado en un avión, analizando una inversión o asistiendo a una reunión de un consejo de administración, a Wagenberg le gusta aprovechar ese escaso tiempo libre con sus tres hijos. Aficionado al fútbol, su corazón se divide ya entre el Barça y la alta competitividad de la Premier.

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