Ferrovial litiga desde 2019 con la Hacienda holandesa por su reorganización internacional

En 2022 mandó 1.500 millones de Madrid a Países Bajos para la inversión en el exterior

Imagen aérea de la autopista North Tarrant Express, en Texas (EE UU), cuando Ferrovial la tenía en construcción.Squire Haskins Photography

Las autoridades fiscales de Países Bajos tienen la lupa sobre Ferrovial desde que domiciliara todo su negocio internacional en Ámsterdam, trasladándolo en diciembre de 2018 desde Reino Unido. La filial Ferrovial International SE, llamada a absorber a la española Ferrovial SA para convertirse en matriz, pasó de las meras explicaciones a litigar con la Hacienda neerlandesa a raíz de la rees­tructuración del grupo en el extranjero.

La Administración fiscal cuestionó la existencia de un grupo de consolidación fiscal horizontal de Ferrovial en 2019 y principios de 2020. Desde su punto de vista, la fusión de Ferrovial SA con Ferrovial Internacional SLU, en marzo de 2019, determinó la desaparición del grupo consolidado por la extinción de la segunda. Esto suponía que todas las sociedades holandesas de Ferrovial deberían haber tributado por el régimen individual, ante lo que la empresa estimó un impacto de 2,3 millones y decidió pelear: presentó recurso administrativo defendiendo la libertad de establecimiento y el principio de no discriminación, así como la neutralidad en las reorganizaciones en la UE.

La sorpresa es que la Administración holandesa no aceptó tales argumentos de Ferrovial, que formó un nuevo grupo de consolidación fiscal, presentó las declaraciones individuales de sus filiales holandesas de 2019, y pasó del recurso administrativo al contencioso-administrativo. El pleito sigue en pie. Para la compañía se trata de “un tema menor”, pero el camino de los activos de Madrid a Oxford, y después a Holanda, no convenció en Países Bajos, país elegido para la domiciliación de Ferrovial por su “calificación crediticia AAA, un entorno favorable para negocios e inversores, un ordenamiento jurídico confiable y un sólido marco de gobierno corporativo”, dijo la empresa a los inversores el pasado 28 de febrero. El Gobierno español se enteró ese mismo día.

La firma que preside Rafael del Pino tiene provisiones por 184 millones para atender pleitos relacionados con impuestos en España, con actas levantadas en relación con el impuesto sobre Sociedades y el IVA (están en discusión 332 millones). Pero hasta ahora no ha considerado necesario reservar partida alguna para atender una posible sanción en el país donde pretende llevar su domicilio social. “La posibilidad de que se produzcan salidas de capital se considera remota”, expone en distintos documentos.

Ferrovial International SE es la unidad fiscal con domicilio en Ámsterdam y dentro de ella, a efectos de tributación, se encuentran Ferrovial Netherlands, Ferrovial Services Netherlands, Ferrovial Services International SE, Ferrovial Airports International SE, Ferrovial Transco International BV, Cintra Infrastructures SE, Cintra Global SE, Ferrovial Construction International SE, 407 Toronto Highway B.V., etcétera. Así, reúne en Países Bajos todo el negocio internacional en las líneas de autopistas y aeropuertos, y buena parte de las filiales de construcción.

La reorganización societaria de Ferrovial comienza en 2013 con la reunificación de los activos en EE UU y da un paso definitivo en 2014 con la escisión de las filiales internacionales de cada una de las áreas de negocio en favor de Ferrovial Internacional SLU, dependiente de Ferrovial SA. Así se creó una cabecera con cuatro líneas de actividad fuera de España (construcción, aeropuertos, servicios y autopistas), pero aún domiciliada aquí.

Estos negocios viajaron hasta el Reino Unido en 2015, donde quedaban exentos de impuestos por el cobro de dividendos. Y el Brexit motivó que la sociedad de responsabilidad limitada inglesa se convirtiera en la sociedad anónima europea Ferrovial International SE, con sede en Países Bajos.

Aportación millonaria

Mucho antes del revuelo formado por su deslocalización, Ferrovial ha utilizado la que será su matriz neerlandesa como auténtica base de operaciones. Solo en 2022 se decidieron aportaciones desde Madrid por casi 1.500 millones (865 millones en 2021) para elevar la capacidad financiera de las filiales y atender sus necesidades de capital. La mayor parte de esa inyección fue para los proyectos de la filial de autopistas Cintra en EE UU (946 millones) y la adquisición de una participación de la concesionaria india IRB (370 millones). Pero parte de la transfusión desde España (132 millones) también sirvió para comprar el 60% del aeropuerto turco de Dalaman.

La carrera de Ferrovial fuera de España ha hecho que la filial holandesa salte de un inmovilizado financiero (inversiones en empresas del grupo) de 6.000 millones en el arranque de 2021 a los 8.000 millones al cierre de 2022. Con el 90% del valor del grupo en el exterior, la filial neerlandesa ya era el corazón del negocio de Ferrovial desde tiempo atrás.


Una subida salarial de 300.000 euros para vivir en Ámsterdam

La poítica de remuneraciones de Ferrovial, aprobada en la junta de accionistas del año pasado, viene en el presente ejercicio con un aumento para el consejero delejado, Ignacio Madridejos. Su retribución fija pasa de 1.150.000 a 1.450.000 euros. Esa subida, que acerca el fijo de Madridejos al del presidente  Rafael del Pino (1,5 millones), refleja “el incremento del coste de vida en Ámsterdam (en lugar de Madrid), así como incentivo en relación con el cambio de residencia a otro país”.
El CEO que pasa a aspirar a un salario máximo agregado de 5,8 millones al año, se pone a la cabeza de un traslado que afectará a más de la mitad del comité de dirección, tal y como  reclama la normativa de Países Bajos.


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