Atlantia pasa a llamarse Mundys y pone a Abertis a la caza de oportunidades
El cambio de marca antecede a un nuevo plan de crecimiento avalado por los Benetton y Blackstone
El gigante italiano de las infraestructuras Atlantia ha anunciado esta mañana un cambio de identidad. Punto y aparte después de que la familia Benetton y el fondo Blackstone ejecutaron la exclusión de Bolsa y comparten el capital desde final del año pasado. La nueva marca del primer accionista de Abertis es Mundys, ha desvelado esta mañana Alessandro Benetton en un acto ante inversores y analistas celebrado en Milán. En primera fila estaban presentes altos directivos de ACS, socios de Mundys en Abertis, como son el CEO Juan Santamaría y el director general Corporativo Ángel García Altozano.
Alessandro Benetton, cabeza visible del holding Edizione y vicepresidente de Mundys, ha marcado un plazo de cinco años para que la compañía se convierta en líder mundial en movilidad sostenible. Tanto los Benetton como el fondo estadounidense Blackstone están dispuestos a reforzar el capital y la política de inversiones. El empresario ha destacado el enfoque del grupo hacia las infraestructuras respetuosas con el medio ambiente y la digitalización de los procesos con la aplicación de inteligencia artificial y robótica.
También se ha marcado 2050 como el año en que el grupo alcanzará la neutralidad en carbono. Durante la puesta de largo de la marca se ha resaltado el papel de Abertis como punta de lanza en el negocio de las autopistas, en el que Mundys tiene presencia en España, Francia, Estados Unidos, México, Chile, Brasil o India. La intención de los propietarios del grupo italiano es seguir creciendo con visión global.
Los accionistas de Mundys relanzan la identidad de la compañía tras sufrir fuertes golpes en los últimos ejercicios, primero con el colapso del viaducto Morandi en la ciudad de Génova, con 43 víctimas mortales en agosto de 2018, y posteriormente con la obligatoriedad de vender la concesionaria italiana Autostrade per l’Italia. Pese a ello, Mundys mantiene importante presencia en el sector aeroportuario, con la operación de los aeropuertos de Roma (Fiumicino y Ciampino) o los de la Costa Azul francesa (Niza, Cannes y Saint Tropez), y es propietaria de Abertis, su principal brazo inversor en las autopistas. Benetton se ha referido esta mañana a una nueva etapa en la que “no se trata de poner un vestido nuevo a un cuerpo antiguo, sino apostar por la disrupción e innovación”.
El consejero delegado de Abertis, José Aljaro, se ha mostrado optimista con el desarrollo de la firma de autopistas por distintas vías. Aljaro ha explicado que las dos condiciones para invertir son “la rentabilidad de los activos y la seguridad jurídica de los mercados”. A partir de ese punto, Abertis trabaja constantemente para intentar alargar el plazo concesional de sus activos a cambio de inversión en mejoras de la infraestructura; está atenta a oportunidades de compra, como sucedió en Estados Unidos (Elisabeth River Crossing) y México (CRO), y participa en procesos de privatización de carreteras, como el que tiene lugar en estos momentos en Puerto Rico, y el que será lanzado en Grecia.
Aljaro también aprecia una oportunidad tanto en las relicitaciones de concesiones con fin de plazo como en la necesidad de grandes constructoras de desinvertir en sus autopistas una vez ejecutadas y ya en operación. En este último caso, Abertis negocia con su partícipe ACS la adquisición de la autopista texana SH-288, cuya valoración podría superar los 2.000 millones de euros, tal y como se reconoció desde ACS a final de febrero en el marco de la presentación de sus resultados anuales.
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