Más de 800 personas murieron trabajando en 2022 en España, un 17% más
El año pasado se registraron 631.724 accidentes con baja, un 10% más
Un total de 826 personas perdieron la vida en España en el año 2022 estando en su jornada laboral o yendo al puesto de trabajo. Es un aumento del 17% en comparación con los 705 fallecimientos registrados un ejercicio antes, según la estadística provisional de accidentes de trabajo publicada este lunes por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. Del total de decesos, 679 se produjeron en la jornada laboral y las 147 restantes en el desplazamiento, lo que se conoce como muerte in itinere, al ir o al volver del trabajo.
Los asalariados fueron los que engrosaron en su mayor parte esta lista negra, con un aumento del 18% anual hasta los 747 fallecidos. Las otras 79 personas muertas fueron trabajadores por cuenta propia, un aumento del 9%.
El sector servicios fue el más mortífero dentro de las muertes en jornada laboral, con 320 decesos registrados. A continuación se encuentra la construcción (150), la industria (114) y el sector agrario (95 muertes). Este último, pese a ser el menos letal, registra sin embargo un avance anual del 82%.
Las razones del fallecimiento en los accidentes en jornada laboral, como sucede tradicionalmente, son variadas. En 2023, la mayoría estuvieron relacionadas con infartos, derrames cerebrales y otras causas que la estadística recoge como "estrictamente naturales". Fueron, en total, 285 fallecidos. Otras 103 personas perecieron atrapadas o aplastadas, y otras 99 en accidentes de tráfico. El resto de decesos se reparten entre choques o golpes con objetos, caídas, ahogamientos y otras causas. Por su parte, los accidentes mortales in itinere son principalmente siniestros de tráfico, con 128 fallecimientos.
La siniestralidad es actualmente "el peor indicador socioeconómico en España", asegura Mariano Sanz Lubeiro, secretario de salud laboral y sostenibilidad medioambiental de Comisiones Obreras. Sin embargo, "no se ha convertido en una prioridad ni en la mayoría de las empresas ni en la acción de Gobierno en las Administraciones”, denuncia.
Pese al incremento de la incidencia de los accidentes mortales, "no vemos que el Gobierno muestre la misma contundencia para poner en marcha medidas que atajen este problema como sí hizo para enfrentar otras cuestiones como el paro, la temporalidad en empleo o la inflación", prosigue Sanz Lubeiro. "Estamos frente a un fenómeno que causará alrededor de 870 muertes anuales", una vez que la estadística cierre con las cifras oficiales.
Según el avance del ministerio, el número de accidentes totales de trabajo con baja fue de 631.724, mientras que el de accidentes de trabajo sin baja ascendió a 564.701. Comparando las cifras con los 12 meses del año anterior, los accidentes con baja experimentaron un aumento del 10,4% y los accidentes sin ella, un descenso del 0,1%.
En cuanto a la desagregación por sexo, el 69% de los accidentes en jornada con baja afectaron a varones y el 31% a mujeres. Los accidentes mortales en jornada se distribuyeron en 638 casos en hombres y en 41 en mujeres. En in itinere, 113 fueron hombres y 34 fueron mujeres.
Por sectores, los que más accidentes con baja registraron fueron la industria manufacturera (88.870), la construcción (71.596) y las actividades sanitarias (69.748). Pese a las cifras absolutas, las ramas que vieron incrementados en mayor medida los accidentes con baja fueron sanidad y servicios sociales, mientras que únicamente agricultura y la ganadería redujeron la cifra.