El accionista díscolo de Disney entierra el hacha de guerra tras el plan de 7.000 despidos
Nelson Peltz, a través de Trian Partners, renuncia a entrar en el consejo y considera la reestructuración "una victoria para todos los accionistas"
La reestructuración anunciada por Disney en la noche del miércoles, que contempla 7.000 despidos y un plan de ahorros de 5.500 millones de dólares ha cortado de raíz el conflicto abierto entre el gigante del entretenimiento y Trian Partners, un inversor activista dueño de 1.000 millones de dólares en acciones.
Este venía reclamando en las últimas semanas cambios drásticos en la gestión de la compañía y de su consejo de administración, señalando los incrementos de costes y las pérdidas que los servicios de streaming de Disney acumulan desde su puesta en marcha, y que lastran la rentabilidad de la compañía y las ganancias de sus inversores.
Trian, a través de su socio fundador Nelson Peltz, reclamaba incluso entrar en el consejo, después de que la multinacional cerrase 2022 con una caída en su valor bursátil de 120.000 millones de dólares. "Para una compañía con tantas ventajas, es decepcionante e inaceptable que sus accionistas hayan sufrido tanto", dijo en una carta enviada a los accionistas el 3 de febrero.
Una semana después, Trian ha enterrado el hacha de guerra. El motivo no es otro que los 7.000 despidos anunciados por Disney tras presentar los resultados del primer trimestre, aparejados a un plan de ahorros de 5.500 millones de dólares que también afectará a la producción de contenidos, y una reestructuración de los segmentos en los que divide su actividad. Además, el consejero delegado Bob Iger, que volvió a la compañía en noviembre, prometió reinstaurar el dividendo a finales de este año.
Según ha declarado Nelson Peltz en una entrevista a la CNBC, y que recoge Bloomberg, este plan es "una victoria para todos los accionistas", y ha confirmado que renuncia a su aspiración de entrar en el consejo. "Nos alegra que Disney esté escuchando a los accionistas", ha añadido.
Disney facturó 23.512 millones de dólares, casi 22.000 millones de euros, al cierre del primer trimestre, un 8% más, mientras que el beneficio neto atribuible mejoró un 16%, hasta 1.279 millones de dólares, unos 1.200 millones de euros. La división de parques, experiencias y productos tiró tanto de la facturación como de la rentabilidad, con un crecimiento en el primer punto del 21%, y del 25% en el segundo.
Sin embargo, su negocio de streaming continuó acumulando números rojos. Estos fueron de 1.053 millones de dólares, unos 980 millones de euros, un 78% más que un año antes, pese a generar unos ingresos un 13% superiores, de 5.307 millones de dólares. La compañía los achaca a "las mayores pérdidas en Disney+ y a una caída de los resultados en Hulu, parcialmente compensados por la mejora de resultados en ESPN+".
Además, el volumen de suscriptores se quedó por debajo de las previsiones de los analistas. A 31 de diciembre de 2022, Disney+ contaba con un total de 161,8 millones de abonados de pago en todo el mundo, un 1% menos que hace un año, equivalente a una pérdida de 2,4 millones de suscriptores. El consenso de Bloomberg apuntaba a una cifra de 164 millones.