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El Foco
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

España-Marruecos como centro de gravedad del eje UE-África

Cerca de 17.000 empresas españolas mantienen relaciones con el país norteafricano y unas 1.000 están establecidas allí

Desde principios de los años noventa y la firma del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación, las relaciones entre Marruecos y España han cobrado un nuevo impulso, nacido de una voluntad política al más alto nivel. Estas relaciones abarcan varios ámbitos, pero la economía sigue siendo el motor de este acercamiento, como demuestran algunos indicadores clave. El comercio entre Rabat y Madrid se ha duplicado en los últimos diez años, con tasas de crecimiento superiores al 10% anual desde 2011. Estos resultados han permitido a España ocupar la posición de primer proveedor y cliente de Marruecos durante los últimos ocho años, y han permitido a Marruecos convertirse en el tercer socio económico de España fuera de la Unión Europea, por detrás de Estados Unidos y el Reino Unido. En 2021, año marcado por las repercusiones del Covid-19 y la crisis política entre los dos países, estos intercambios alcanzaron cerca de 154.000 millones de Dhs (1 euro = aproximadamente 11 Dhs), lo que confirma, según el antiguo embajador de España en Marruecos, Ricardo Díez-Hochleitner Rodríguez, el carácter estructural de estos intercambios. Esta evolución positiva se refleja en la tasa de cobertura comercial, que pasó del 79,8% en 2017 a casi el 100% en 2020 (96,9 %) y al 85,4% en 2021.

Esta tendencia se explica por los progresos registrados en la gama de la oferta exportadora marroquí. En 2021, estas exportaciones se componían principalmente de equipos de distribución eléctrica, automóviles de turismo, productos de confección y productos agroalimentarios. Las importaciones marroquíes se componían principalmente de productos petrolíferos, equipos industriales, motores de pistón, alambres y perfiles de cobre, etc.

Como muestra del dinamismo de los intercambios comerciales entre ambos países, cerca de 17.000 empresas españolas mantienen relaciones comerciales con Marruecos y alrededor de 1.000 empresas están establecidas en el reino. Estas empresas han sabido integrarse sin dificultad en el tejido económico nacional, marcado por la aparición de ecosistemas industriales eficaces y el auge de las empresas globales marroquíes. Estas empresas españolas operan, por supuesto, en sectores clásicos, como el textil-confección, el turismo y la agricultura, atenuando en este último caso el efecto competitivo que antes era objeto de fricción entre los dos países en los mercados europeos. Pero esta presencia se extiende ahora a los llamados sectores del futuro: la transición energética, el hidrógeno verde y las energías renovables, la desalinización del agua de mar y el transporte ferroviario de alta velocidad, etc.

Este acercamiento económico se ha visto respaldado por una voluntad política común de impulsar la cooperación entre ambos países. En las tres últimas décadas, esto se ha reflejado en la multiplicación de reuniones al más alto nivel entre líderes políticos y en la firma de una serie de acuerdos y convenios. De este modo, los dos Gobiernos han podido superar las dificultades políticas y diplomáticas (a pesar de la persistencia de ciertos conflictos territoriales) y han logrado imprimir una nueva dinámica a sus intercambios comerciales, favorecida por varios factores: la proximidad geográfica, la estabilidad política, un entorno institucional y jurídico favorable, la liberalización de la economía (Marruecos está vinculado a una cincuentena de países por acuerdos de libre comercio), un régimen de inversiones favorable a los inversores extranjeros, un programa de zonas industriales y de modernización de las telecomunicaciones, una mano de obra disponible y barata y la proximidad de los mercados europeos y africanos. Estos diversos factores han permitido a Marruecos situarse como el cuarto país africano más atractivo para el comercio, según el informe Country Brand Ranking Trade 2022-2023.

Como el futuro se prepara en el presente, o como nos enseña la ciencia política, “Gobernar es prever”, los dos países vecinos han comprendido claramente el interés de trabajar en una perspectiva estratégica común. Esta voluntad se vio respaldada por la adopción de una nueva hoja de ruta establecida durante la visita a Marruecos del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, el 7 de abril de 2022. En materia económica, esta hoja de ruta se centra en tres objetivos: la cooperación sectorial en todos los ámbitos de interés común (económico, comercial, energético, industrial y cultural, etc.), la facilitación de los intercambios y vínculos económicos entre ambos países y la actualización del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación.

Para impulsar la cooperación empresarial, las dos patronales crearon en 2013 el Consejo Económico Hispano-Marroquí (Cemaes), un órgano de apoyo destinado a facilitar a las empresas los medios para hacer prospección e invertir tanto en Marruecos como en España, así como para explorar conjuntamente terceros mercados.

En esta exploración de terceros mercados, África presenta una oportunidad innegable para la cooperación entre ambos países. Mientras que España es la puerta de entrada de Marruecos a Europa y el apoyo de sus intereses dentro de la Unión Europea, Marruecos sigue siendo para España la puerta de entrada a África. Consciente del reto estratégico que representa este continente, Marruecos ha emprendido una diplomacia activa hacia el África subsahariana (visitas reales, cooperación sostenida). Esta cooperación puede servir también de puente para las empresas españolas en un continente que ofrece inmensas oportunidades de inversión. Como muestra de este interés por el continente, Marruecos ha invertido más de 4.000 millones de dólares en 15 años, es decir, el 60% de sus inversiones en el extranjero, lo que le ha permitido situarse como el primer inversor africano en África Occidental y el segundo en el continente.

En África, solo Marruecos representa el 50% de las exportaciones españolas según datos del Icex, lo que no es mucho comparado con el potencial que África ofrece a España. La cooperación marroquí-española puede desempeñar un papel importante en este sentido, dada la posición geoestratégica de ambos países. La importancia de esta posición hizo que el exministro español de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos afirmara: “Cuando ves este eje África-Europa, ¿cuál es su centro de gravedad? ¿Cuál es su centro de gravedad? Se trata de Marruecos y España, no de Berlín o Pretoria”.

Mohamed Khachani es Doctor en Economía y profesor de la Universidad Mohammed V de Rabat. Antiguo miembro del Comité Averroes y colaborador de Agenda Pública

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