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Desayunos Cinco Dias

La financiación como acelerador del tránsito hacia la sostenibilidad

El cambio hacia un mundo más verde exige el compromiso de todos, y en particular del acompañamiento de las instituciones financieras que apoyen el periodo de la transición

La sostenibilidad ha pasado a ocupar un lugar prioritario en las agendas de empresas y Gobiernos, y a ser un asunto de alto interés –cada vez más– por parte de la sociedad. No solo se trata de frenar las consecuencias del cambio climático, sino que el objetivo global es construir un mundo mejor. Algunas iniciativas, como el Acuerdo de París o los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, han establecido las bases y la mayoría de los países están alineando sus estrategias hacia un mismo sentido.

 Una de las últimas decisiones que ha tomado Europa ha sido diseñar la recuperación pospandemia bajo el eje de la sostenibilidad. El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España es la herramienta para canalizar los fondos Next Generation EU para “reparar los daños provocados por la crisis del Covid-19 y, a través de reformas e inversiones, construir un futuro más sostenible”.

La consecución de metas exige la participación y la implicación de todos. Sobre el papel que deben asumir cada uno de los actores económicos, así como de las perspectivas de futuro, debatieron los expertos que acudieron al desayuno organizado por CincoDías en colaboración con Cepsa que se desarrolló bajo el epígrafe Nuevos modelos de inversión para una economía más responsable: el momento de las finanzas sostenibles.

Luisa Gómez, global head of corporate & investment banking en BBVA, inició el debate haciendo un análisis de la situación actual. “Hay una trayectoria en cuanto a financiación sostenible, pero se ha producido un antes y un después tras el Covid, convirtiéndose en una tendencia estructural, en un paradigma de cambio de modelo de negocio y de absoluta necesidad de competir con otro esquema de producción diferente y más eficiente”, dijo. La experta contempla el futuro con optimismo, ya que se trata de “una tendencia que tiene que seguir, con muchos retos por delante y que presenta grandes oportunidades para las empresas, la sociedad y las entidades financieras”.

Las frases

“Tenemos que apostar por las alianzas, los consorcios y los nuevos socios para que nos acompañen en el viaje y nos permitan tomar mayor agilidad”, asegura Carmen de Pablo, directora financiera, estrategia de Cepsa.

“Son importantes los incentivos para tratar de alcanzar los objetivos ambientales; deberán ser lo suficientemente atractivos”, señala Ramón Pueyo, responsable de sostenibilidad y buen gobierno de KPMG en España.

“Nuestra filosofía es la de acompañar al cliente. Necesitamos saber que existe un compromiso firme, que hay unos objetivos claros y la inversión”, asegura Luisa Gómez, ‘global head of corporate & investment banking’ en BBVA.

“Uno de cada dos euros de nuestra financiación será verde en 2025. La sostenibilidad va a definir quiénes son los ganadores  y los perdedores”, comenta Antonio Lorenzo, ‘head’ de financiación corporativa en España del Banco Europeo de Inversiones.

Antonio Lorenzo, head de financiación corporativa en España del Banco Europeo de Inversiones, coincidió en señalar en que “estamos en un cambio de modelo, en un momento donde la sostenibilidad va a definir quiénes son los ganadores y los perdedores, que serán los que se sepan adaptar, y los que no. Lo estamos viendo ya por ejemplo en el sector del automóvil. La electrificación es algo que ya está aquí y que hace unos años no pensábamos que fuera a ir tan rápido”. Lorenzo considera que se han abierto “grandes oportunidades”. “Es una transformación desde un punto de vista de la economía real, y también para los inversores y el sector bancario, que va a tener que jugar un rol fundamental a la hora de financiar proyectos de sostenibilidad y todo lo que sea a favor de la acción climática”.

Para Carmen de Pablo, directora financiera, estrategia y ESG de Cepsa, “la visión es de largo plazo, donde tiene que haber una transición, un periodo donde las compañías nos vamos adaptando, y donde se necesita el apoyo de las instituciones financieras que realmente nos permita abordar la transición”. Entre las acciones que está llevando a cabo la compañía, De Pablo contó que “Cepsa va a invertir 8.000 millones en esa transformación de cambio y desarrollo de nuevas energías que pueden dar el liderazgo a España, como en el hidrógeno verde, los biocombustibles, donde ya hemos lanzado los primeros vuelos sostenibles desde Sevilla, y todo en el ámbito de energías renovables y de movilidad”. Por otra parte, enfatizó en la necesidad de tratar la biodiversidad de mejora de los recursos naturales. “Cepsa ha asumido el compromiso de reducir el consumo de agua un 20% en zonas de estrés hídrico en 2025”, apuntó.

Lo difícil de ser verde

Ramón Pueyo, responsable de sostenibilidad y buen gobierno de KPMG en España, reconoció que “ser verde no es fácil”, y es algo que en parte tiene que ver “con la claridad y los estándares; hay una dificultad intrínseca de que sostenibilidad no significa lo mismo para todo el mundo”. Asimismo, mencionó la “importancia de los incentivos para tratar de alcanzar los objetivos ambientales”, y que “deberán ser lo suficientemente atractivos como para que los inversores y las compañías se animen a dar ese paso”.

Luisa Gómez contó que “en los últimos años se han visto reticencias de actores de mercado de seguir financiando determinados proyectos que no cumplieran con determinados estándares en términos de sostenibilidad. Nuestra filosofía es la de acompañar al cliente en la transición hacia ese futuro sostenible. Para ello, necesitamos saber que existe un compromiso firme del consejo y el comité de dirección de la empresa, que haya unos objetivos claros y ambiciosos y la inversión que lo respalda”.

En ese sentido, la representante de Cepsa comentó la posición de la empresa: “Tenemos unos compromisos y objetivos claros, que nos hemos marcado primero como compañía, donde queremos llegar a ser cero emisiones netas en 2050, y obviamente, ese periodo de transición necesitamos tener el acompañamiento de las instituciones financieras”. Por otra parte, explicó cómo los temas de sostenibilidad se llevan ya al máximo nivel, más allá del comité de dirección, así como la necesidad de tener una independencia energética (puesta en evidencia tras la guerra de Ucrania) en Europa y que “se puede lograr siendo más sostenibles”.

Otro de los aspectos claves que trataron los asistentes al encuentro fue el papel de los proveedores. “La transformación sostenible va a estar liderada por las grandes empresas, que son las que tienen la capacidad de invertir el volumen necesario. Pero tienen otra responsabilidad, que es en la cadena de proveedores. Es un tema muy importante en España, porque no podemos dejar atrás a las pymes en los objetivos de sostenibilidad, y ya hay compañías que están empezando a discriminar”, expuso Luisa Gómez.

De forma paralela, Ramón Pueyo dijo que “al final, sea uno inversor o gestor, hay dos maneras de ver todo esto: una es introducir los cambios suficientes en los modelos de negocio para que el mercado no me expulse, y otro es, sobre todo, que tenemos una oportunidad brutal entre nosotros. Todos tenemos que cambiar, y lo fundamental se va a producir en los próximos 10 años. Las claves son la convicción, la coacción, en el sentido de que hay una regulación cada vez más intensa, y la conveniencia, ya que hay premio para los inversores y las compañías porque los mercados de capitales e incluso el de empleo recompensan a aquellos que hacen mejor las cosas”.

El BEI calcula que para 2025 uno de cada dos euros que financie será verde. “El 50% de nuestra financiación, unos 60.000/70.000 millones de euros al año en todo el mundo será verde. Y esta es la importancia que queremos dar a la acción climática”, expuso Antonio Lorenzo. En cuanto a la necesidad de incentivos, Lorenzo dijo que “el BEI es un acelerador de inversiones y ese es su objetivo; es lo que queremos potenciar. Como instituciones financieras tenemos que ser aceleradores de la transición”, resumió.

Para lograr el éxito en este ámbito son igualmente importantes los acuerdos, en opinión de Carmen de Pablo. “Tenemos que apostar por las alianzas, los consorcios, las relaciones y los nuevos socios para que nos acompañen en el viaje y nos permitan también intentar tomar más agilidad y aportar esas necesidades tecnológicas que necesitamos para los cambios, complementar lo que es nuestra actividad con socios externos, y que todos estos proyectos se puedan financiar”, concluyó.

Transparencia, compromiso e innovación en la cadena del éxito

 

Información. “Hay que trabajar en el dato, el reporting, para que la información sobre sostenibilidad sea igual que la financiera, absolutamente fiable y que nos permita hacer el benchmarking adecuado a la financiación; es el gran reto, aparte de la estandarización, que esperamos que converjan a nivel global para que el coste de la generación de esa información para las entidades financieras y de las empresas sea asumible”, explicó Luisa Gómez. Al respecto, Carmen de Pablo añadió que “se necesita auditar esos datos con un nivel de exigencia que debe ser el mismo que se tiene en la parte financiera”.

Educación. La educación y formación es un capítulo de peso en materia de sostenibilidad. “Hay tantas cosas metidas en la sostenibilidad que en ocasiones es difícil distinguir. Hay un trabajo importante que hacer con la regulación europea, que tiene que ver con establecer claramente qué significa esto, porque el problema que tenemos es que no hay una única definición, y no podemos unificar porque finanzas sostenibles va a significar descarbonización, biodiversidad, agua, igualdad, generación de talento, inclusión de la mujer... Es importante que todos tengamos claro que hay muchas cosas ahí metidas”, expuso Ramón Pueyo. “De ahí la importancia de tener un lenguaje único para que haya certeza en los inversores, y la taxonomía de la UE intenta ir en esta dirección”, según Antonio Lorenzo. E igualmente de relevante es involucrar a los empleados: “Si la compañía quiere vivir la sostenibilidad, pasa por tener esa cultura dentro de la organización y también de vivirlo. Así tienes a toda la organización totalmente alineada”, resumió Carmen de Pablo.

Tecnología. La sostenibilidad precisa de tecnología para la consecución de los objetivos. “Creemos en el valor de la inversión en nuevas tecnologías. El problema es ir a esa parte de riesgo que es un poco mayor para estos proyectos donde hace falta apoyo. La financiación de la tecnología es absolutamente clave. La energía tiene que ser accesible y tenemos que buscar la forma de que sea así”, expuso Antonio Lorenzo.

 

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