Las cotizadas españolas multiplican por tres la amortización de autocartera
Hasta noviembre se habían realizado 26 operaciones en el mercado. La herramienta se suma al aumento de los dividendos
La amortización de autocartera como fórmula para retribuir a los accionistas ha cobrado un especial protagonismo en España. Esta herramienta, a la que se han sumado todas las cotizadas europeas para premiar la fidelidad de sus accionistas, es una constante en el mercado estadounidense, pero en 2022 cogió fuerza en la Bolsa española.
Las cotizadas españolas amortizaron acciones en autocartera por importe de 1.054 millones de euros en 2022 en valor nominal –no de mercado–, cifra que más que triplica la alcanzada durante los últimos cuatro años, según los datos de BME.
Con datos hasta noviembre, en España se habían registrado 26 operaciones de amortización de acciones que suman un valor de mercado de 13.890 millones de euros.
La recompra de acciones propias tiene como objetivo su amortización o eliminación, así como la reducción del número de acciones en circulación y aumentar la participación de cada accionista. Aunque hasta el momento el pago de dividendos en efectivo o la entrega de acciones siguen siendo las fórmulas más utilizadas por las cotizadas españolas, los programas de recompra de acciones se han incrementado con fuerza.
Se trata de una herramienta regulada en la Ley de Sociedades de Capital, bajo la que la mayoría de las empresas cotizadas cuenta con la autorización para comprar hasta un 10% de su capital.
La fuerte subida de las amortizaciones de autocartera se debe fundamentalmente a las operaciones ejecutadas por el sector bancario. La banca se vio penalizada en 2020 por el veto del BCE al reparto de dividendos para frenar el impacto de la pandemia en su capital, decisión que no levantó hasta septiembre de 2021. Pese al fin de esta restricción muchas entidades europeas han optado, a petición de la institución presidida por Christine Lagarde, por la cautela y se han decantado por impulsar los programas de recompra de acciones propias, iniciativa que adoptaron firmas como Intesa Sanpaolo, NatWest, UBS o UniCredit. Así, en los 11 primeros meses del año entre Banco Santander y BBVA habrían amortizado capital por valor de 4.419,6 millones de euros.
En el caso de la entidad presidida por Ana Botín, esta tiene el compromiso de remunerar a sus accionistas con una recompra de acciones y el reparto de un dividendo en efectivo a partes iguales del 40% de su beneficio. A finales de 2022 recompró acciones por 979 millones de euros y para este año el objetivo del banco es el de elevar el dividendo por encima del 40% del pay out.
BBVA, por su parte, prevé distribuir entre un 40% y un 50% del beneficio de 2022 a sus accionistas a través de dos dividendos en efectivo, que podrán combinarse con recompras de acciones.
Junto a los bancos, las constructoras han sido otro de los sectores que más ha apostado a lo largo del último año por las recompras de acciones para retribuir a sus accionistas y a sus directivos. Empresas como Ferrovial, ACS o FCC han sido las últimas en finalizar programas de recompra de acciones propias con el fin de amortizarlas.
Durante el año pasado las cotizadas españolas distribuyeron entre sus accionistas cerca de 26.000 millones de euros (25.964,47 millones), un 26,8% más que en 2021. Sumadas las devoluciones de primas de emisión y las amortizaciones de autocartera, la cuantía habría superado a cierre de año los 35.000 millones de euros, niveles no vistos desde 2019.