El perro robótico Tefi, desarrollado por el CSIC, aprende a guiar a personas dependientes
El prototipo cuadrúpedo es capaz de detectar el tráfico gracias a su conexión a Google
Un robot perro dotado de inteligencia artificial que puede servir de guía a personas dependientes o con discapacidad. Es el proyecto desarrollado por un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que ha dado vida a este robot, con aspecto metálico y movimientos bruscos, capaz de guiar a invidentes, asistir a personas mayores con demencia o colaborar con enfermos de alzhéimer.
El CSIC señala en un comunicado que el perro puede distinguir entre un objeto y una persona, gracias a su sistema de aprendizaje automático y a la cámara incorporada en la cabeza. Al estar conectado a Google puede conocer información en tiempo real como la situación del tráfico y es capaz de comunicarla a su dueño mediante voz.
“Además de avisar a su dueño de la hora a la que tiene una cita médica, Tefi es capaz de guiarle hasta la consulta sirviéndose únicamente de un plano del edificio que puede obtener si éste es accesible”, explica el doctor en Robótica Gerardo Portilla, padre de este perro robot. Gracias a su conexión a la red de telefonía móvil, Tefi “puede también solicitar un taxi para que el paciente no tenga que preocuparse”.
Como todos los perros, Tefi tiene cuatro patas, lo que le facilita moverse en cualquier entorno, incluso en escaleras. También es capaz de dar una voltereta hacia atrás. “Es muy robusto y dinámico en entornos accidentados y mucho más económico que un perro guía”, dice Portilla.
Los investigadores ya han desarrollado la conducción automática para el guiado, así como la inteligencia artificial necesaria para la detección de objetos, personas y señalización. El perro robot “puede comunicarse por voz con la persona para realizar las tareas que se soliciten y puede además contar lo que ve a través de su cámara y la información que recibe de internet”.
Lo que distingue a Tefi de otros perros robot, como el desarrollado por la compañía Boston Dynamics, es que el proyecto español tiene una aplicación “sobre todo social”, frente al estadounidense “que fue pensado con fines industriales”. Obviamente, Tefi “no sustituirá nunca a un animal, que aporta compañía y cariño, pero el abanico de posibilidades y aplicaciones es bastante amplio”, asegura Francisco Montero de Espinosa, investigador del CSIC, según una nota.
Aunque el diseño de Tefi es aún preliminar, los investigadores esperan poder instalar en el corto plazo sensores que puedan detectar signos de alerta, como una presión arterial elevada o la presencia de agentes químicos volátiles en una vivienda. “La comunicación máquina-humano y máquina-máquina es el sello distintivo de este robot”, concluye Montero de Espinosa.