El juez nombra a Lexaudit como mediador en la reestructuración de Celsa
Los Rubiralta deben remitir ahora un juez una propuesta para alcanzar un acuerdo con los fondos
La encarnizada lucha entre los Rubiralta y los acreedores por Celsa ya tiene árbitro. El juez ha nombrado a la firma Lexaudit como asesor de reestructuración, una nueva figura que prevé la ley concursal para facilitar que las partes alcancen un acuerdo que blinde la continuidad de la compañía.
Los fondos acreedores de Celsa activaron, en el primer día de aplicación, la nueva ley concural. Esta norma, que trata de favorecer un acuerdo antes de llegar al concurso de acreedores, prevé que tanto una compañía como los deudores acudan al juez para que arbitre las negociaciones entre las partes. Un paso previo y complementario al preconcurso de acreedores, que extiende su duración a seis meses, y fundamentalmente al concurso.
Los fondos, por tanto, han remitido al juez una propuesta en la cual proponen convertir 1.291 millones de deuda en acciones para hacerse con el control de la compañía. Además, también proponen extender los vencimientos de los 935 millones de deuda restante durante cinco años. Y dividir en dos las líneas de crédito de 525 millones con los bancos.
Esta propuesta traspasa la línea roja que han marcado los actuales dueños de Celsa, los Rubiralta, durante meses de negociaciones enconadas. Esta es no ceder ni una sola acción de la compañía familiar. Los Rubiralta deben remitir ahora una propuesta al juez para alcanzar un acuerdo con los fondos acreedores.
A la espera de este acuerdo está también está la SEPI, que ha dado luz verde al rescate de la firma con 550 millones. El organismo público está pendiente del acuerdo entre las partes para desembolsar el dinero.