S&P rebaja el rating de Grifols por un desapalancamiento más lento de lo esperado
Moody’s y Fitch reafirman, sin embargo, las calificaciones crediticias. La acción pierde un 7,89%
La elevada deuda de Grifols es su mayor lastre y está repercutiendo en la mirada de los inversores hacia el laboratorio. En ese sentido, la farmacéutica informó este viernes que la agencia S&P ha rebajado su rating a B+, debido al desapalancamiento más lento de lo esperado, aunque Moody’s y Fitch siguen manteniendo, por el contrario, su valoración de B1 y BB-, respectivamente.
El fabricante de hemoderivados ha disparado su deuda financiera neta hasta los 8.994,1 millones de euros y la ratio de apalancamiento se sitúa en nueve veces el ebitda, con datos del primer semestre. Esta ratio ha aumentado por la compra de su rival alemana Biotest, por la consideración de deuda del capital inyectado por el fondo soberano de Singapur GIC en una filial en EE UU y por el impacto de la pandemia de Covid-19 en el negocio.
“La valoración de S&P se basa en sus expectativas de un desapalancamiento más lento. La perspectiva estable de S&P sugiere que Grifols aumentará de forma constante sus ingresos y márgenes en los próximos 12-18 meses, a medida que el mercado de terapias plasmáticas se recupere gradualmente y la integración de Biotest produzca sinergias”, explicó Grifols en el comunicado de este viernes. Igualmente, destaca que Fitch refleja la notable posición de Grifols en el sector de fuerte crecimiento y, por su parte Moody’s valora el impulso favorable de la demanda.
Desde Grifols también se recordó que mantiene sus compromisos de reducir su nivel de apalancamiento, con medidas como supresión de dividendo hasta no rebajar el pasivo.
Los inversores castigaron la acción con un descalabro del 7,89% en la jornada bursátil tras conocerse las noticias sobre el rating de la multinacional. En lo que va de año pierde un 40% del valor.
“En un mundo normal, esta noticia debería tener un impacto neutral en la acción. Sin embargo, dadas las preocupaciones del mercado sobre el apalancamiento, las opiniones de las agencias calificadoras podrían ser relevantes”, señala Santander en un informe, que califica de “noticias positivas” la calificación de Moody’s y Fitch y “noticias negativas aunque esperadas” de S&P. En el caso de esta última agencia, la entidad financiera recuerda que con esta rebaja, ahora está en línea con Moody’s B1.
Moody’s y Fitch “suenan más positivos”, reflejan desde Santander, asumiendo un desapalancamiento progresivo a 4,5 o 5 veces ebitda en 2024. Mientras que S&P ve un apalancamiento de 7,0 o 8,0 en 2022 y 2023. El laboratorio tiene toda su deuda con vencimiento bullet en 2025-27, y su liquidez más el crédito revolving supera los 1.000 millones de euros, por lo que la entidad considera que no es necesaria una ampliación de capital inminente.