La libra acelera su caída y toca mínimos de 1985
En lo que va de año pierde un 16% y perfora los 1,14 dólares
Con los bancos centrales acelerando la normalización monetaria, el mercado de divisas está en plena convulsión. Eso unido a la fortaleza del dólar y la debilidad económica ha propiciado que la libra esterlina perfore los 1,14 billetes verdes, unos mínimos que superan a los registrados tras el triunfo del Brexit. Hay que retroceder hasta 1985 para ver los niveles actuales.
La caída de la moneda británica se ha visto apuntalada este viernes con la publicación de las ventas minoristas en Reino Unido, unas cifras más débiles de lo esperado que se suman a las preocupaciones sobre la salud de la economía británica. En agosto el indicador retrocedió un 1,6%, más del doble de lo esperado por el mercado. Desde Monex señalan que esta contracción se debió en gran parte a la caída del 1,9% en las ventas de los establecimientos no alimentarios, ya que los consumidores ajustaron sus compras, mientras que las ventas de alimentación también cedieron un 0,8% por el alza de precios.
"Los últimos datos de consumo ponen de manifiesto que las empresas se enfrentarán a dificultades a la hora de trasladar las subidas de precios a los consumidores en vista de la perspectiva de debilitamiento de la demanda. Teniendo en cuenta los últimos datos de consumo, seguimos previendo un aumento de los tipos en 50 puntos básicos la próxima semana, un resultado que podría ser claramente negativo para la libra si la moneda sigue siendo sensible a los precios del mercado monetario", destacan.
La primera ministra británica, Liz Truss, tendrá por delante el reto de enderezar la economía británica. Además de contar con la inflación más alta en 40 años, la confianza de los consumidores se ha desplomado, lo que podría limitar la eficacia del plan del gobierno para rebajar las facturas de energía a corto plazo. Los temores de recesión siguen planeando sobre la libra y contrarresta las seis subidas de tipos acometida por el Banco de Inglaterra en los últimos 10 meses. A ello hay que sumar un déficit por cuenta corriente que ha subido un 8,3% en el trimestre, récord hasta la fecha. Esta mezcla de ingredientes ayuda a explicar la caída del 16% que acumula la divisa británica en su cruce frente al dólar.