Sánchez anuncia que el tope al gas se extenderá a las grandes industrias de cogeneración
El presidente del Gobierno asegura que no habrá medidas drásticas: ni apagones ni racionamiento
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que el Ejecutivo va a incorporar a las industrias con gran consumo de gas a la excepción ibérica que limita desde el mes de junio el aumento de los precios energéticos en España y Portugal. En concreto, el Ejecutivo “va a aprobar una excepción para las instalaciones de cogeneración de las industrias con gran consumo permitiendo que, de manera temporal, queden cubiertas por el mecanismo ibérico”, explicó Sánchez este martes en el Senado, al inicio de su segundo cara a cara con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.
Se trata, prosiguió el presidente, de una medida excepcional que ha sido solicitada por la propia industria y de la que se va a beneficiar el 20% del PIB. Este cambio temporal, añadió, aliviará a sectores como el ladrillo, el papelero, el textil o el de los fertilizantes y permitirá que todas estas industrias puedan “seguir operando y manteniendo empleo” en un contexto de fuerte incertidumbre económica, espoleada por las consecuencias de la guerra en Ucrania.
La medida en cuestión fue anunciada en el Senado por Sánchez en su segundo cara a cara con el líder del PP para debatir sobre las medidas de ahorro energético que España debería poner en marcha. Sánchez sacó pecho de las políticas impulsadas por el Gobierno hasta la fecha y Núñez Feijóo instó al Ejecutivo a que, “en lugar de sancionar, premie con descuentos directos en el recibo a los consumidores, las familias y pymes que ahorren”.
La Unión Europea aceptó la consideración de la Península Ibérica como isla energética para topar parte los precios del gas, pero en España la cogeneración quedó fuera de este modelo, que sin embargo sí se aplicó en Portugal. La consecuencia es que en España dos de cada tres plantas de cogeneración, que representan el 7% de la producción eléctrica nacional, han parado porque a día de hoy ya resultan deficitarias debido a los altos precios del gas.
Fuentes de Moncloa, sin embargo, estiman que la cogeneración ha producido tradicionalmente el 10% de la electricidad de España utilizando el calor útil de los procesos industriales para generar electricidad, razón por la que el tope al gas pasará a beneficiar ahora a estas industrias con el objetivo de acelerar el ahorro energético.
La inclusión de la cogeneración en la conocida como excepción ibérica “puede aumentar el ahorro de gas del país en un momento en que esto es prioritario para cumplir los objetivos europeos”, según detallan desde Moncloa. Una central de cogeneración produce calor y electricidad de un modo más eficiente que si se genera calor por un lado y electricidad por otro, obteniendo un ahorro que ronda el 10%. Además, añaden, la vuelta a la actividad de las centrales de cogeneración hoy paradas podría aportar un ahorro que puede alcanzar el 1,2% de la demanda diaria de gas en el mejor escenario. Cabe recordar que el incremento de los costes del gas ha obligado a parar a muchas instalaciones, haciendo que la producción sea un 60% más baja de lo normal.
Por ello, para dar solución inmediata a este problema, el Gobierno está tramitando una orden ministerial que incremente la retribución regulada de la cogeneración en más de 1.000 millones. Actualmente, la cogeneración cobra una retribución regulada que fue de 665 millones en 2021.
El pasado mes de junio, tras duras negociaciones que se sucedieron desde marzo, la Comisión Europea aprobaba definitivamente la conocida como excepción ibérica en el mercado eléctrico presentada por el Gobierno de España. La medida, que estará vigente hasta el 31 de mayo de 2023, tenía como objetivo limitar el precio del gas en el mercado mayorista. Bruselas calcula que esta medida supondrá un coste de 6.300 millones en forma de compensación a las gasistas, que será asumido por los consumidores.
Ni racionamiento ni apagones
El Gobierno, reconoció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuenta con tres fuertes incertidumbres a las puertas de uno de los inviernos más duros que se prevén por las consecuencias en la economía de la guerra en Ucrania tras la invasión rusa. “No sabemos qué va a pasar con la energía este invierno, qué va a pasar con los precios y qué va a pasar con la economía y con el empleo en su conjunto”, apuntó Sánchez al comienzo del debate que mantuvo en el Senado con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.
Ante este panorama, prosiguió Sánchez, la incertidumbre es total y “por eso España y la Unión Europea nos estamos preparando para lo peor”, incluyendo un corte total del gas por parte de Rusia. De ahí, añadió, la necesidad imperiosa de impulsar las medidas de ahorro energético.
El jefe del Ejecutivo, sin embargo, aseguró que “no va haber medidas dramáticas: ni apagones ni racionamiento de energía o de bombonas de butano”. Negó cualquier “escena apocalíptica” como las que en su opinión transmite la derecha y lanzó un mensaje de “tranquilidad”, recordando que las medidas de ayuda se prolongarán si es necesario y que el Estado dispondrá de todos los recursos necesarios para hacer frente a la crisis.
En su intervención, Sánchez avanzó que el plan de ahorro general en el que trabaja el Ejecutivo consistirá en “cambiar algunos hábitos de vida para defender nuestro modelo de vida. Las vamos a presentar en detalle muy pronto”, agregó.
En su intervención en la Cámara Alta, enmarcada en el debate monográfico sobre la crisis energética y el contexto económico, Sánchez insistió en que el escenario para este invierno es incierto. “No sabemos qué va a pasar. No lo sabe el Gobierno de España, ni el de Alemania, ni el de Estados Unidos”. Incluso, recalcó, es posible que no lo sepan ni en Moscú. Por eso, “no podemos despejar esa incógnita”.