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Crónica de Bolsa

El Ibex cierra con una caída del 1,51% y registra su peor semana desde junio

Los mercados agudizan las pérdidas con el duro discurso del presidente de la Fed

CINCO DÍAS

La atención de los inversores estaba este viernes al otro lado del Atlántico. Jerome Powell pronunciaba su discurso desde Jackson Hole. Y las palabras del presidente de la Reserva Federal han caído como un jarro de agua fría en los mercados financieros. El banquero central más importante del mundo ha asegurado que los tipos de interés van a tener que mantenerse altos durante un tiempo, lo que ha acelerado las caídas bursátiles.

El Ibex 35, que había empezado la jornada en verde, cerraba la sesión con una caída del 1,51%, hasta los 8.063,9 puntos. Los números rojos también se extienden por todos los parqués europeos. El Dax alemán ha cedido un 2,26% y el índice Eurostoxx 50, que agrupa a las 50 mayores compañías de la zona euro, se dejaba un 1,93%. Y la Bolsa de Wall Street también cae cerca del 2%. En las cinco últimas sesiones, el selectivo español ha perdido un 3,29%. Se trata de su peor semana desde junio.

Por valores, entre los que peor comportamiento han tenido destacan varias compañías muy cíclicas, como Inditex, que ha perdido un -3,76%; Meliá, con un -4,06% o IAG, que ha cedido un 3,06%. Una posible recesión, como apuntan muchos indicadores, es mala noticia para la venta de ropa, el turismo y los viajes en avión.

Las palabras de Powell indican la honda preocupación de la Fed por controlar la inflación. Lo mismo ocurre con el BCE. Esta misma tarde la agencia Reuters ha publicado que varios miembros de la institución ya reclaman una subida de tipos de 75 puntos básicos en su próxima reunión de septiembre, frente a los 50 a los que lo hizo en julio. Es decir, elevar ya la presión para tratar de poner coto a la inflación. El euro reaccionó a la noticia con un alza que llegó a superar el 1% y que le permite cerrar la semana al filo de la paridad con el dólar.

Powell señaló directamente a la complacencia del mercado en los últimos meses. Durante semanas, los inversores se habían hecho esperanzas en que la inflación en EE UU pudiera haber tocado techo, y diera así un respiro a la Fed en las alzas de tipos, Powell advirtió que la Historia demuestra que es peligroso aflojar el paso antes de tiempo y que devolver la estabilidad de precios a la economía llevará tiempo.

Esa complacencia a la que hacía referencia Powell se ha traducido en que el índice de referencia en la Bolsa de Estados Unidos (el S&P 500) ha llegado a subir un 16% desde los mínimos de junio hasta mediados de agosto, olvidando que cada vez más señales indicaban una desaceleración, no solo en EE UU, sino también Europa o China.

La sesión del viernes ha contribuido a agravar las pérdidas bursátiles en la semana. El Ibex 35 ha cedido en las cinco últimas sesiones un 3,34%. En Centroeuropa está pesando mucho la subida disparatada del precio del gas, a la espera de que se corte por completo el flujo desde Rusia en el otoño. En Francia, el precio de megatvatio/hora superó el viernes los 1.000 euros. Esto ha hecho que índices como el Dax alemán hayan perdido en la semana más del 4% y el Cac 40 francés un 3,5%. La Bolsa inglesa es la que mejor ha resistido, con una caída del 1,6%.

Por su parte, Wall Street ha recibido las palabras del banquero como un jarro de agua fría. El parqué estadounidense ha cerrado la sesión de este viernes en rojo, siendo el Nasdaq el índice más castigado, tras hundirse un 3,94%. Muy de cerca, le siguieron el S&P, que cedió un 3,37%, y el Dow Jones, que retrocedió un 3,03%.

Mercado de bonos

Ambas noticias (Powell y la subida de tipos del BCE) han tenido un rápido correlato en el mercado de deuda. Las rentabilidades de los bonos soberanos han virado rápidamente al alza tras conocerse la noticia. El tipo del bono español a 10 años escala ya por encima del 2,6% y la prima de riesgo supera ya los 120 puntos básicos, con el bund alemán en el 1,41%. Más incluso en el disparadero está la deuda italiana, que tiene elecciones en septiembre donde se puede imponer la derecha euroescéptica, con el bono cerca del 3,8% y la prima de riesgo en los 230 puntos básicos.

Stefan Kreuzkamp, director de inversiones de la gestora de fondos alemana DWS, explica que prevén “que los bancos centrales endurecerán sus políticas monetarias mucho más de lo que esperan los participantes del mercado, sobre todo en Europa [...] Tanto la Fed como el BCE parecen decididos a restaurar su credibilidad y mantener un férreo control de las expectativas de inflación, incluso a costa de provocar una recesión económica”.

Ya el jueves los inversores percibieron un tono más agresivo del esperado en las actas de la última reunión del BCE, en las que citaban la lucha contra la inflación como su principal objetivo. Incluso reconoció que podría conllevar una crisis de deuda, para lo que ha activado el plan de reinversión libre de los vencimientos de bonos. Un instrumento con el que está invirtiendo el dinero de la deuda alemana o francesa que expira en bonos españoles e italianos, para tratar de contener las primas de riesgo de estos dos países.

Sin embargo, en el BCE empiezan a plantearse cuándo empezar a dejar de reinvertir el vencimiento de los bonos de su excelso balance. Una decisión que no tendrá lugar hasta que se realicen varias subidas de tipos, de acuerdo a la información de esta agencia.

Los precios de la energía, por su parte, siguen en ascenso, después de que Rusia haya vuelto a cortar el flujo de gas natural a Europa y de que Arabia Saudí haya dado muestras de querer reducir la producción de crudo. Así, el Brent suma más de un 0,2%, y se acomoda muy cerca de los 100 dólares.

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