Detective con un liderazgo responsable
La inspectora Beckett (‘Castle’) está orientada a resultados, es valiente y tenaz El liderazgo en contextos de incertidumbre significa ofrecer varios escenarios probables y optar por uno
Cuando la inspectora de policía de Nueva Yor Katherine Beckett [Stana Katić] se ve obligada a aceptar que el afamado escritor de novela negra Richard Castle (Nathan Fillion) sea su compañero en su trabajo diario, no anticipaba que sus resultados mejorarían y sus habilidades como líder se harían aún más efectivas. Sus diferentes formas de comportarse crean un inesperado equipo de trabajo que tiene en la complementariedad su mayor virtud. Ella es directa, realista, asertiva y centrada en el resultado. Él, idealista, creativo y dependiente del reconocimiento de los demás. Y ambos comparten una enorme curiosidad, la habilidad motora del crecimiento personal y profesional.
Por otro lado, en la ficción de la serie, la resolución de un crimen se sostiene casi siempre sobre una gran dosis de incertidumbre. Beckett sabe que es importante no perder el foco y ser tenaz en la búsqueda de respuestas. Y entender también que en ocasiones la única alternativa es el cambio en cómo hacemos las cosas (cultura) y que no siempre podremos mantener el control como nos gustaría. Un contexto muy parecido al que estamos viviendo últimamente en las organizaciones. Por esta razón, las habilidades de la inspectora son un referente para quienes lideran equipos dentro de este persistente contexto de incertidumbre.
En tercer lugar, y lo más importante, Beckett ejerce un liderazgo responsable, donde el equilibrio entre los resultados y las buenas relaciones dentro del equipo sirven al noble propósito de encontrar al villano. Exploramos estas características que definen el liderazgo social y responsable gracias a nuestra detective.
Propósito y valores
Cuando vemos una serie policiaca, los espectadores vamos etiquetando como culpables a los posibles sospechosos que van apareciendo. No necesitamos saberlo todo, nuestro cerebro elige con rapidez. ¿Con qué frecuencia nos sucede algo parecido en el ámbito laboral? Todas las decisiones que toma Beckett se inspiran en sus valores: justicia, respeto a las normas y honestidad. Su principal herramienta para avanzar: los hechos. Un sencillo e inusual antídoto para los sesgos y las etiquetas que tanto limitan la confianza en los equipos. La inspectora tiene claro siempre cuál es el propósito de sus acciones y las de su equipo. Esto le ayuda a poner el foco en lo importante y a priorizar recursos. Y lo que es más relevante, no se ocupa tanto de formular un propósito a modo de eslogan pegadizo como de, simplemente, actuar en coherencia con él. El ejemplo como fundamental forma de liderar.
Beckett está orientada a resultados, es valiente y tenaz. Es asertiva para poner límites y para decir lo que necesita. Expresa sus expectativas al equipo. Reencuadra cuando alguien se sale de esos límites y pide que no se vuelva a repetir. No se encalla en el buenismo que desde la armonía artificial huye del conflicto. Lo afronta, lo expresa. Y así hace crecer al equipo. Al tiempo, se interesa por las motivaciones de los demás, lo que fortalece la relación dentro del equipo. Como decíamos al principio, sabe que cuenta con un equipo diverso y que eso es retador para ella. Por ejemplo, en su relación con Castle, es capaz de asumir su distinto modo de entender el mundo.
El punto idealista y positivo del escritor le sirve para salir, en ocasiones, de su propio rigor. Pasa de la incomprensión y escepticismo iniciales sobre la manera de actuar de su compañero a darse cuenta de cómo esa diferencia se torna complementaria y productiva. Intuye el valor de la diversidad cognitiva para el equipo que forman juntos. Y para eso, ella tuvo que cambiar su forma habitual, y por tanto cómoda, de leer la realidad. Además, lo hizo con humildad y creciendo desde dentro. La aceptación de la diversidad, antes de exteriorizarse, es un trabajo que empieza desde uno mismo, y Beckett lo evidencia en el desarrollo de su personaje.
Inteligencia emocional
El manejo de las emociones en situaciones inciertas no es fácil. Para ello, Beckett no aspira a tener todas las respuestas. El liderazgo en contexto de incertidumbre significa ofrecer varios escenarios probables y optar por uno de ellos. Y aún más, la inspectora asume, si sucede, el error o el cambio de dirección de su investigación, y lo toma como aprendizaje para ella y para su equipo.
Un último aspecto clave para reforzar el liderazgo de esta inspectora es que se muestra cuando no alcanza con sus recursos. Pide ayuda, lo que la convierte todavía en un personaje más creíble. Genera confianza también cuando no sabe y solicita la ayuda de su equipo. Un buen líder responsable tiene algo de detective. Desde la curiosidad y apertura a lo que está por venir hasta la aceptación de las diferencias de los demás, que muchas veces ponen a prueba nuestras propias habilidades. En la serie se aprecia el equilibrio constante que Beckett logra, sin dejar de ser fiel a sí misma, entre cumplir su propósito y mantener un equipo cohesionado. Aprovecha el talento de su equipo, y ese es su talento. Como dice el proverbio suajili: “Donde hay un deseo, hay un camino”.
Carlos Cortés es profesor de Dirección Personas y Organización de Esade y consultor social.
Colaboración necesaria
La trama de Castle (ABC, 2009-2016) arranca cuando un equipo de detectives de Nueva York liderado por la inspectora Kate Beckett (Stana Katić) se ve obligado a compartir sus investigaciones con Richard Castle (Nathan Fillion), un excéntrico escritor de novelas de misterio que necesita conocer mejor el trabajo de esta última para poder reflejarlo en su nuevo personaje de ficción, Nikki Heat. Sin embargo, y pese a que su presencia incomoda al resto, termina siendo clave en la resolución de los crímenes a su cargo, circunstancia que le hace seguir colaborando con el equipo durante toda la serie.
Aunque esta producción se inscribe dentro del género televisivo de drama policial, incluye importantes notas de humor en sus diálogos y rompe a menudo la cuarta pared. Los cameos de escritores estadounidenses populares como Michael Connell, James Patterson o Stephen J. Cannell, haciendo de sí mismos y presentándose como amigos del escritor protagonista, eran habituales, y las novelas del propio Castle se hicieron realidad en las estanterías de muchas librerías en todo el mundo. Más de 40 títulos, en su mayoría protagonizados por la doblemente ficticia inspectora Nikki Heat.