Cellnex eleva los ingresos un 59% y confirma sus previsiones para 2022

Saca partido de la agresiva estrategia de adquisiciones Pierde 170 millones en el semestre por las amortizaciones y los costes financieros

Cellnex acelera en su carrera de crecimiento en el segmento de las infraestructuras de telecomunicaciones. La compañía registró unos ingresos de 1.690 millones de euros en el primer semestre, un 59% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, mientras que el ebitda ajustado aumentó también un 59%, hasta 1.282 millones.

Las cuentas recogen el crecimiento orgánico y el efecto de la consolidación de las adquisiciones de activos llevadas a cabo en 2021. El flujo de caja libre y recurrente apalancado alcanzó los 637 millones de euros, un 62% más.

El resultado neto contable, no obstante, fue negativo en 170 millones de euros, por el efecto de las mayores amortizaciones, que crecieron un 67%, y costes financieros, que se incrementaron un 40%, asociados a la consolidación de las adquisiciones e integraciones en el grupo y la consiguiente ampliación del perímetro.

Tobías Martínez, consejero delegado de Cellnex, destacó que el primer semestre estuvo marcado por el crecimiento orgánico, que muestra la fortaleza del negocio, y la consolidación de las operaciones llevadas a cabo en los últimos meses que siguen provocando aumentos a doble dígito en ingresos, ebitda y cash flow recurrente. “Se trata de unos crecimientos que seguirán teniendo un efecto arrastre importante en 2022, cuando estas últimas operaciones ya se consolidarán a ejercicio completo, además de incorporar el cierre de la operación con CK Hutchison en Reino Unido”, explica.

Cellnex, que decidió retirarse hace pocos días de la puja por las torres de telefonía móvil de Deutsche Telekom en Alemania y Austria, ha confirmado su perspectiva para el ejercicio 2022 con unos ingresos entre 3.460 y 3.510 millones de euros, un ebitda que se situaría entre 2.650 y 2.700 millones y un crecimiento del 39% en el flujo de caja libre recurrente, con un rango entre 1.350 y 1.380 millones.

Según Tobías Martínez, la compañía consolidará este crecimiento gracias a la relación de partenariado con los clientes con los que Cellnex tiene compromisos de inversión de hasta 6.500 millones en los próximos ocho años para desplegar cerca de 22.000 nuevos emplazamientos en los doce países donde opera el grupo.

La empresa prevé también impulsar su modelo de Augmented Towerco mediante el desarrollo y despliegue de Sistemas Distribuidos de Antenas (DAS) y Small Cells, fibra a la torre, Edge data centers, redes privadas para la industria, redes de conectividad para corredores viarios y ferroviarios, y la gestión del equipamiento activo para los operadores móviles, como ya está haciendo en Polonia.

A 30 de junio, Cellnex contaba con un total de 103.944 emplazamientos operativos, sin tener en cuenta los citados 22.000 emplazamientos previstos de desplegar: 4.509 en Austria, 1.473 en Dinamarca, 10.415 en España, 23.654 en Francia, 1.864 en Irlanda, 20.699 en Italia, 4.073 en Países Bajos, 15.064 en Polonia, 6.048 en Portugal, 7.996 en el Reino Unido, 2.764 en Suecia y 5.385 en Suiza. A ellos suman 6.442 nodos DAS y Small Cells. El crecimiento orgánico de los puntos de presencia en los emplazamientos se situó en un 5,2% en relación al mismo período de 2021, incluyendo el efecto del despliegue de nuevos emplazamientos en el período.

Los servicios de infraestructuras para operadores de telecomunicaciones móviles aportaron el 90% de los ingresos, con 1.529 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 70% respecto a 2021.

La deuda neta del grupo, al cierre de junio, excluyendo los pasivos por arrendamientos, se situó en 14.300 millones de euros. El 86% de la deuda está referenciada a tipo fijo.

La empresa ha seguido buscando las ventanas de oportunidad para captar recursos. Así, en marzo la compañía llevó a cabo una emisión de bonos por un importe de 1.000 millones de euros. Tras estos movimientos, Cellnex contaba a final del semestre con acceso a liquidez inmediata, tesorería y deuda no dispuesta, por un importe aproximado de 7.600 millones.