¿La hora de la capitulación? El pesimismo de los inversores toca su nivel más alto desde 2008
La expectativa de crecimiento global y de beneficios se han desplomado, según la encuesta de gestores de Bank of America
Nubarrones en el horizonte que llevan a la capitulación total. Las expectativas de crecimiento global y de resultados corporativos se han desplomado a un mínimo histórico, según la última encuesta mensual de gestores de fondos realizada por Bank of America. Una incertidumbre que ha disparado los niveles de efectivo en las carteras hasta el nivel más alto desde el ataque a las Torres Gemelas en septiembre de 2011 y que ha llevado a la asignación de la renta variable al nivel más bajo desde el estallido de la crisis de Lehman Brothers, en un movimiento que refleja una clara aversión al riesgo.
Los gestores consideran que las expectativas de crecimiento mundial se han deteriorado con fuerza y caen hasta su mínimo histórico. Una situación que les lleva a contar con la mayor previsión de recesión desde el estallido de la pandemia. De ahí que los inversores aboguen porque las empresas refuercen sus balances (50%) y no se muestren a favor de que eleven sus inversiones las inversiones (29%) o las recompras de acciones(15%).
Este escenario lleva a los gestores a apostar por tomar posiciones a largo plazo sobre el dólar –coincidiendo con la reciente paridad con el euro–, y a reducir con fuerza su apuesta por la inversión en petróleo y materias primas a largo plazo.
Entre las principales preocupaciones de los gestores se posiciona ahora una inflación que se mantenga persistentemente elevada y una recesión global, mientras que se ha reducido el temor a una retirada de los estímulos por parte de los bancos centrales más agresiva. Una situación que lleva a los gestores a apostar por sectores como salud, artículos de primera necesidad y energía, mientras que se reducen las apuestas por el consumo, las utilities y la banca.
Entre los gestores europeos, el porcentaje de aquellos que vislumbra una recesión en Europa en los próximos 12 meses se eleva ya al 86%, frente al 54% registrado en junio. Los gestores creen que es momento de apostar por valores de calidad y han enfriado su optimismo sobre el sector bancario.