La actividad de los servicios en España se ralentizó de nuevo en junio por la inflación
El índice PMI sigue estando muy por encima de la marca de 50 que indica crecimiento, pero la lectura fue la más baja desde marzo
La actividad del sector de los servicios en España volvió a ralentizarse en junio, ya que el aumento de la inflación siguió afectando a las empresas, lo que alimentó el pesimismo. El sector se mantuvo en territorio de expansión, pero los nuevos pedidos aumentaron a ritmos más lentos.
El índice de gestores de compras (PMI) de las empresas de servicios de S&P Global, que representan alrededor de la mitad de la producción económica de España, cayó a 54 el mes pasado frente al 56,5 de mayo. El índice sigue estando muy por encima de la marca de 50 que indica crecimiento, aunque la lectura de junio fue la más baja desde marzo.
Según los encuestados, los costes de personal se han sumado al encarecimiento de la energía, el combustible y los bienes de los proveedores en general. Algunas empresas indican que el poder adquisitivo de los clientes se está deteriorando, lo que genera preocupación y la previsión de que el crecimiento de la actividad se debilitará en los próximos meses.
"Con la probabilidad de que las elevadas presiones sobre los precios persistan a corto plazo, la demanda -y con ella el crecimiento de la actividad- se verá afectada en los próximos meses", dijo en un informe el director de S&P Global Economics, Paul Smith. La inflación de España superó el 10% en junio por primera vez en 37 años, según los datos del INE publicados la semana pasada.
Esto se puso de manifiesto en los datos de confianza, que mostraron el menor grado de optimismo registrado por la encuesta desde finales de 2020.
Una encuesta hermana del PMI mostró el pasado viernes que el crecimiento de la actividad en el sector manufacturero también se desaceleró en junio, añadiendo la preocupación de que el riesgo de estanflación aumenta.