¿Qué hacer con mis inversiones en este entorno de mercado y antes de las vacaciones?
2022 está siendo un mal año para todos los activos. Invertir con una estrategia clara y según nuestras circunstancias será fundamental
Estrenamos mes y semestre, y lo estamos haciendo con los mercados financieros arrastrando pérdidas. Julio es el mes por excelencia en el que empezamos a pensar más en las vacaciones. Con la campaña de la renta 2021 ya terminada y la vista puesta en el verano, muchos inversores tienen un sabor agridulce y se preguntan qué pueden hacer con sus finanzas antes de irse de vacaciones.
¿Seguirán las caídas? ¿Veremos más descensos? ¿O llegará la recuperación? Nadie puede responder a estas preguntas, pero en el entorno en el que nos encontramos, estar más nerviosos o preocupados de lo habitual es normal.
La guerra en Ucrania, la escalada de la inflación -en España, el IPC se ha disparado al 10,2% en junio, máximos de los últimos 37 años-, la normalización de la política monetaria, el menor crecimiento económico y los mercados arrastrando pérdidas en estos primeros seis meses del año: el S&P 500 ha cerrado su peor primer trimestre de los últimos 50 años, el Nasdaq 100 ha dicho adiós al peor primer semestre de su historia, mientras que el mercado de renta fija ha vivido el peor arranque de la historia en el mercado de bonos. Unos datos que nos lleva a preguntarnos qué podemos hacer con nuestras inversiones antes de irnos de vacaciones para tener un verano tranquilo y sin preocupaciones.
Tener una estrategia, clave para no sufrir con las caídas
Como inversores, lo primero que debemos interiorizar es que ver caídas en los mercados es algo normal y que momentos de incertidumbre y de volatilidad siempre va a haber. ¿Cuál es entonces la clave para estar bien invertidos pase lo que pase en el mercado?
El primer paso es saber para qué invertimos. Comprender que antes de acudir al mercado financiero debemos tener claros nuestros objetivos es fundamental para invertir bien y en los productos que necesitamos.
Este ejercicio tenemos que hacerlo de la mano de un asesor financiero que nos ayude a poner sobre la mesa nuestras necesidades y nuestros objetivos: cuánto cuestan nuestros objetivos, cuánto dinero tenemos ahora, cuánto podemos ahorrar, cuánto podemos destinar a invertir sin poner en peligro otros de nuestros objetivos o planes. Tener todo esto claro va a ser la clave para que tengamos la estrategia de inversión que necesitamos, ajustada a nuestras circunstancias personales y, muy importante, a nuestro horizonte temporal y a nuestro perfil de riesgo.
Si, por ejemplo, estamos invirtiendo para nuestra jubilación y aún nos quedan muchos años por delante para llegar a esa etapa, no tenemos que obsesionarnos con las caídas diarias del mercado. Tenemos que recordar que un valor liquidativo o un mal cierre no trunca nuestra inversión ni nuestro objetivo de rentabilidad. Porque los mercados igual que caen, también suben. Y el largo plazo nos da esa oportunidad de recuperar y seguir generando rentabilidad.
Comprometernos con nuestro horizonte temporal de inversión también nos va a ayudar a no ponernos más nerviosos de la cuenta porque nos daremos cuenta de que esas caídas en nuestro plan de inversión no son tan importantes. ¿Tengo que estar pendiente de lo que haga el mercado este verano? ¿Qué pasa si hay más caídas?
Estar bien informado siempre es importante para tomar buenas decisiones, pero obsesionarse con el comportamiento diario del mercado puede volverse en nuestra contra. Si queremos revisar nuestras inversiones antes de hacer las maletas, la mejor opción es hablar con nuestro asesor financiero para analizar si la cartera de inversión que tenemos es la que necesitamos, si hay que hacer algún ajuste porque nuestras circunstancias hayan cambiado o si, por ejemplo, ahora que hay mejores precios puede ser un buen momento para invertir más.