La crisis bursátil actual ha destruido ya más valor del S&P 500 que la de 2008
La renta variable de EE UU registra su peor trimestre desde 1962
Hasta cierto punto, es normal que las crisis más recientes destruyan más valor que las antiguas. Las compañías cada vez ganan más y valen más, puesto que es lógico que las caídas tengan un mayor valor en términos absolutos. De hecho, la crisis de Lehman Brothers llegó a conllevar un desplome máximo del S&P 500 (que reúne a las mayores empresas de EE UU) del 56%, mientras que en esta ocasión la Bolsa norteamericana solo lleva una corrección del 23%.
Si en 2007 el origen de la crisis fue puramente financiero, con una economía estadounidense sobre endeudada (recuérdense las hipotecas subprime), en esta ocasión la principal causa de la corrección ha sido la reacción de la Reserva Federal de Estados Unidos para subir tipos de interés y tratar de controlar los precios. Con una inflación en máximos de 40 años, la medida era más que necesaria.
El anterior mercado bajista se extendió durante 20 meses. Fue en marzo de 2009 cuando el S&P 500 tocó suelo y empezó a remontar, para firmar después la racha alcista más larga de su historia. Esta vez, la corrección de la Bolsa estadounidense ha sido muy brusca. El segundo trimestre del S&P va camino de convertirse en el segundo peor de la historia, con una caída de casi el 19%. Lo peor de todo es que aún no se sabe si el mercado ha tocado fondo.
Fuerte recorte también en la renta fija
Otra de las grandes diferencias de esta crisis con la anterior es que en aquella los inversores diversificados pudieron amortiguar las caídas bursátiles con sus posiciones en renta fija. Sin embargo, en esta ocasión los mercados de deuda están viviendo el peor arranque de año de su historia. Ahora, con las últimas subidas de tipos que ha puesto en marcha la Reserva Federal, algunos fondos de renta fija ya han comenzado a ofrecer rentabilidades positivas.
A pesar de que la economía de Estados Unidos aún presenta síntomas de fortaleza (con pleno empleo y crecimiento alto), cada vez son más los expertos que auguran que se va a producir un fuerte parón en el tercer y el cuarto trimestre del año. El banco de inversión Nomura considera que para finales de año EE UU ya estaría en recesión. La Bolsa, como ha ocurrido siempre, no hace sino anticipar y descontar acontecimientos futuros. La Fed necesitaba una recesión para atajar la inflación, y la va a tener. El mercado lo sabe.
Las primeras compañías que empezaron a notar el inicio del mercado bajista fueron las tecnológicas. Sus valoraciones habían estado muy infladas tras varios años de bajísimos tipos de interés. Como sus resultados dependen mucho de las previsiones de flujos de caja futuro, cuando estos flujos se descuentan a tipos baratos, las compañías valen más. Ahora bien, cuando empieza a haber nubarrones en el horizonte y el precio del dinero se dispara, el dinero futuro pierde valor. Y con él, las valoraciones presentes.
Tras las correcciones del sector tecnológico, comenzaron a llegar las caídas al resto de compañías. Tan solo un puñado de firmas energéticas y petroleras escapan a las caídas.
Bolsa mundial
En las Bolsas de otras economías la destrucción de valor no ha sido tan fuerte como la que se produjo en 2008. Así, en el índice Stoxx 600, que reúne a las mayores compañías europeas, se ha dejado en el año tres billones de dólares de capitalización, mientras que en la anterior crisis llegó a perder 5,5 billones. En el MSCI World, que recopila a las 3.500 mayores compañías del mundo, la corrección fue de 20,5 billones de dólares, frente a los 16,7 billones que ha perdido durante este año.