Los acreedores dan tres días a Abengoa antes de pedir el concurso
Extienden hasta el 24 de junio el vencimiento de la deuda de la compañía
Abengoa ultima sus últimos días hasta la quiebra final. Los acreedores le han concedido una última bula, de tres días, antes de activar el concurso de acreedores de todo el grupo de ingeniería, del que dependen 5.000 empleos. Todo depende de la decisión de la SEPI, a la que la compañía andaluza le ha solicitado 249 millones para blindar su futuro. Y que ha dado cinco días a la empresa para aportar más información.
El organismo público, junto a representantes del Ministerio de Industria, mantuvo ayer una reunión con una parte de los trabajadores de Abengoa. La cumbre se saldó con la decisión de los representantes del comité de empresa de la compañía andaluza de encerrarse en la sede de la SEPI para forzar a este organismo a autorizar el rescate de la compañía andaluza y salvar sus 5.000 empleos.
Según informan a Efe fuentes sindicales, la SEPI ha indicado a los trabajadores que no puede aprobar el rescate con la información que dispone. Y ha solicitado a la compañía, por el método de urgencia y en un máximo de cinco días, que complete la información aportada. El organismo público debe contar con la autorización de Grant Thorton, el asesor designado, para tomar la decisión.
El problema está en que el tiempo apremia. El Gobierno solo podrá autorizar rescates con el dinero de la SEPI hasta el 30 de junio. Esto provoca que la última fecha para que el consejo asesor autorice operaciones de rescate empresarial es el viernes, de modo que lleguen o bien al consejo de ministros extraordinario del sábado 25 o el ordinario del martes 28.
La participación de esta institución es clave para desbloquear todo el rescate de Abengoa. A ello ha supeditado su participación el fondo californiano Terramar, que se ha comprometido a aportar 150 millones en un préstamo y 50 millones en una ampliación de capital, que le permita hacerse con el 70% de la compañía. También condiciona esta operación a que la banca le conceda 300 millones en avales, avalados por Cesce.
Los acreedores llevan más de dos años esperando para culminar la reestructuración de la compañía. Pero su paciencia se acaba. Según comunicaron ayer a la CNMV, la bula concedida sobre la compañía expirará el viernes, justo el día en que se pronunciará la SEPI. En caso de que rechace el rescate, los acreedores instarían el concurso de toda la compañía.
La matriz ya está en esta situación de insolvencia desde febrero de 2021. Y antes del 1 de julio el juez debe aprobar el convenio por el que evite la liquidación. En caso de que Abenewco, la filial que agrupa todos los activos estratégicos, entre también en concurso, todo el grupo se acercaría a la insolvencia.