Los empresarios desconfían del aterrizaje suave de la economía
Musk reconoce que tiene un presentimiento negativo sobre la economía de EE UU
Prepárense que vienen curvas. Así se puede resumir el discurso que el consejero delegado de JP Morgan, Jamie Dimon, dio esta semana ante un nutrido grupo de inversores y analistas. "Será mejor que se preparen", aseveró para añadir que "JP Morgan ya lo está haciendo y vamos a ser muy conservadores con nuestro balance".
El responsable del mayor banco estadounidense ha dado la voz de alarma ante la llegada de un "huracán" económico que podría azotar a
EE UU –para impactar después en el resto del mundo–. Dimon se mostró preocupado por el inicio de la reducción del balance de la Fed, que se eleva a 8,9 billones de dólares, y el impacto de la guerra en Ucrania en los productos básicos.
La Fed ha activado esta semana el quantitative tightening (QT) tras años engordando su balance para sostener la economía y mitigar el impacto de la pandemia. "Nunca habíamos tenido QT como este, así que estás viendo algo sobre lo que podrías estar escribiendo libros de historia durante 50 años", aseveró. Un programa de compra de deuda que según él tuvo aspectos "contraproducentes" y que derivó en unos tipos de interés negativos que calificó de "gran error".
La escalada del petróleo derivada de la invasión de Ucrania es el otro motivo de preocupación para Dimon. "No estamos tomando las medidas adecuadas para proteger a Europa de lo que va a pasar con el petróleo a corto plazo", ha asegurado.
El consejero delegado de JP Morgan no es el único empresario inquieto sobre el cambio de rumbo económico. El histriónico fundador de Tesla, Elon Musk, ha apuntado que tiene "un presentimiento supermalo sobre la situación económica", presunción que le basta para aprovechar y anunciar una reducción de la plantilla de la empresa de hasta el 10%, unos 10.000 empleados.
Pero más allá de Musk ese sentimiento parece estar calando entre banqueros y economistas. "Muchas personas comparten el mal presentimiento de Musk", ha reconocido Carsten Brzeski, economista jefe de ING, que reconoce que "la economía global claramente ha visto días mejores". "Los bancos centrales restan cada vez más peso al escenario de un aterrizaje suave y dejan la puerta abierta a una recesión leve, en caso de ser necesaria para erradicar la inflación", afirma por su parte Yves Bonzon, responsable de inversiones del banco suizo Julius Baer.
Desde Natixis sus expertos reconocen que han repuntado las dudas "sobre la capacidad de los bancos centrales para recuperar la estabilidad de precios sin frenar el crecimiento económico de forma excesiva o, en otras palabras, sobre si son capaces de diseñar un aterrizaje suave de la economía. El tan anhelado aterrizaje suave depende en última instancia de tres factores: las expectativas de inflación, el ciclo económico y las condiciones monetarias actuales.
La mala noticia a este respecto es que el historial de la Fed no parece muy prometedor: cada vez que el banco central ha subido los tipos para reducir la inflación más de cuatro puntos porcentuales, la economía ha entrado en recesión".