Ben Gorham, el revolucionario de los aromas y del lujo inclusivo
El gran mérito de Gorham es haber reinventado el mundo del lujo, creando un universo propio, con personalidad única, diseño, contenido y emociones
De madre india y padre canadiense, Ben Gorham (Estocolmo, 44 años) creció entre su ciudad natal, Toronto y Nueva York. Iba para baloncestista, pero estudió Bellas Artes. Y fue en un encuentro casual con el perfumista Pierre Wulff cuando decidió dedicarse al mundo de las fragancias en vez de al arte. Su ambición siempre fue traducir recuerdos y emociones en productos y experiencias.
Sin formación en esta disciplina, se rodeó de perfumistas de renombre mundial, como Olivia Giacobetti y Jerome Epinette, para crear una marca en 2006 de culto en el mundo de la perfumería de lujo.
Sus encargos no eran nada superficiales, ya que él mismo se ocupaba de explicar con detenimiento sus deseos olfativos a los perfumistas. Así fue como creó uno de los perfumes emblema de la marca y uno de los más reconocidos por los amantes de la perfumería, como es Bal d’Afrique, con el que quiso recrear las vivencias de su padre en África, donde vivió durante más de una década.
O con el tributo que quiso rendir con Rose of No Man’s Land –el apodo que daban los soldados a las enfermeras que salvaron miles de vidas durante la Primera Guerra Mundial– a estas mujeres, símbolo del desinterés y la compasión.
El gran mérito de Gorham es haber reinventado el mundo del lujo, creando un universo propio, con personalidad única, diseño, contenido y emociones. Ningún detalle queda al azar, incluido el nombre de cada fragancia. Concibe cada objeto de forma atemporal, como si fuera único, utilizando materiales de calidad y detalles de diseño de alta gama. Byredo ha ido ampliando el abanico de productos, y ha pasado de las fragancias al maquillaje, hogar, artículos de cuero y accesorios. A España llegó de la mano de los empresarios Pedro Ros y Guillermo Jiménez, propietarios de la tienda Abanuc y de la flagship store que abrió la firma el pasado otoño en el barrio de Salamanca de Madrid. Sus productos se venden en más de 40 países a un precio que, dentro del abanico del lujo, pueden considerarse inclusivo y democrático: sus fragancias cuestan 140 euros.
Gorham es una de las personalidades más reconocidas en los ambientes creativos, tanto por su estilo personal como por su conexión con el mundo de la moda y el arte. Alguien que va sin prisa, pero sin pausa, que conecta con la gente joven. El último guiño a este colectivo: una línea de maquillaje multiusos.