Tubacex prevé mejorar en 2022 los resultados pre pandemia
Plan a 2025 con diversificación del petróleo y compra de empresas
Tubacex suma dos trimestres consecutivos en positivo y prevé cerrar 2022 con mejores resultados que en la etapa pre pandemia de 2018 a 2019, cuando ganó 17,4 y 11,1 millones, respectivamente. Atrás ha dejado una huelga de ocho meses en 2021 por su anterior ajuste, con el que ha logrado unos ahorros de 30 millones. Firmó además un acuerdo con los sindicatos hasta 2025 que incluye la congelación salarial. A nivel industrial, los peores efectos de la Covid-19 han pasado y el fabricante de tubos sin soldadura constata una reactivación del mercado. Con veinte plantas repartidas por el mundo, todas están en beneficios, salvo las de Llodio y Amurrio, ambas en Álava, por los altos costes energéticos, tanto de electricidad como de gas, de la economía española.
Con el escenario algo más despejado, Jesús Esmorís, consejero delegado de Tubacex, ha trasladado a la junta de accionistas la estrategia para el periodo 2022-2025. Incluye una progresiva diversificación del petróleo y la continuidad en el negocio de extracción de gas, sobre todo por las nuevas inversiones que plantea la UE para reducir la dependencia energética de Rusia. Ese plan cuatrienal también contempla la compra de empresas de "sectores complementarios" que aporten valor.
Tubacex quiere consolidarse como un "proveedor de productos industriales sofisticados y de servicios de alto valor añadido" para los sectores de la energía y de la movilidad. Durante la junta de accionistas, la primera con Francisco Javier García de presidente, los responsables del grupo destacaron que la cartera de pedidos supera los 500 millones, el volumen más alto de los últimos cuatro años. Para 2025, uno de los objetivos del plan es que la facturación supere los 1.000 millones, lo que supone triplicar los ingresos del año pasado.
Sobre la citada diversificación, Tubacex quiere ganar presencia en automoción, aeroespacial, farmacéutica e hidrógeno, sin olvidar el ámbito nuclear, con países como Francia que han apostado por esta opción. La meta es que el petróleo y el gas supongan una tercera parte de sus ventas en 2025 (ahora aportan el 60% de los ingresos).
La reducción de la deuda será otra de las prioridades del equipo que lidera Jesús Esmorís. Con un pasivo de 364 millones, tiene un stock de tubos valorado en más de 50 millones que venderá a corto plazo. Con una liquidez de 150 millones, quiere consolidar que la deuda financiera neta suponga tres o cuatro veces el Ebitda (beneficio bruto de explotación). Su estrategia comercial pasará por cerrar contratos con menos volumen en toneladas, pero con más margen. Para 2025 quiere que el Ebitda suponga entre el 12% y el 15% de las ventas. Ahora está en el entorno del 10%.
Por la previsible escasez de gas en Europa por los enfrentamientos con Rusia, el principal suministrador de esta materia prima para el continente, desde Tubacex no descartan reactivar negociaciones con Irán, que cuenta con una de las mayores reservas de gas del planeta. Con cautela, porque el anterior contrato con el Gobierno de Teheran se vino abajo por la política de aslamiento al país persa que decretó Donald Trump cuando era presidente de Estados Unidos. Y la geopolítica sigue revuelta.