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La Airef teme que la deuda se dispare a partir de 2025 si no se ataja el déficit estructural

La deuda pública podría llegar al 140% del PIB en dos décadas La autoridad fiscal cree que sin una estrategia el déficit volverá al 4% en tres años

Airef deuda déficit
Infografía: Belén Trincado
Pablo Sempere

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) avaló este jueves la actualización del Programa de Estabilidad para el ciclo 2022-2025 que el Gobierno remitió a Bruselas hace dos semanas. La revisión del Ejecutivo sitúa el crecimiento del PIB español para 2022 en el 4,3%, casi tres puntos menos de lo previsto inicialmente, y deja el déficit público en el 5% y el 3,9% del PIB durante 2022 y 2023. El escenario es factible para la autoridad fiscal, que sin embargo alerta de “graves deficiencias”, de falta de exigencia y del riesgo de un aumento de la deuda pública a partir de 2025 si no se consigue reducir el nivel del déficit estructural. En dos décadas, teme el organismo, el endeudamiento podría alcanzar el 140% del PIB si no se toman medidas al respecto para atajar los desequilibrios.

Por todo ello, la Airef volvió a insistir en la necesidad de diseñar una estrategia fiscal a medio plazo que sea “creíble, realista y que integre todos los elementos esenciales de la política económica y fiscal”, una de las viejas reivindicaciones de la organización. A su vez, recomendó destinar los ingresos públicos extra, fruto de una recaudación mayor de la prevista, a acelerar la reducción del saldo fiscal negativo para evitar que la deuda se cronifique en cotas elevadas.

En lo relativo a la senda fiscal, la radiografía de la Airef dibuja un panorama relativamente positivo en el corto plazo, y en cierta medida dulcificado por la recuperación económica, que va diluyéndose y amenaza con ir empeorando seriamente a medida que pasen los años. Décima arriba, décima abajo, la entidad certifica que gracias a unos ingresos públicos récord y al aumento del PIB nominal por el rebote económico el déficit se está reduciendo más rápido de lo esperado. Sin embargo, el margen de mejora tiene los días contados.

La presidenta de la autoridad fiscal, Cristina Herrero, explicó durante la presentación del Informe sobre la Actualización del Programa de Estabilidad 2022-2025 que esperan un déficit del 4,2% para 2022 frente al “poco exigente” 5% que prevé el Gobierno, al que saca los colores por su falta de ambición a la hora de reducir la ratio. A partir de aquí, en 2023 la Airef la reduce al 3,3% (frente al 3,9% estimado por el Ejecutivo), al 3% en 2024 (3,3% del Gobierno) y también al 3% en 2025 (una décima superior al 2,9% calculado por el Ejecutivo).

Sin embargo, pese a esta reducción, las sombras del riesgo se van agrandando. La Airef cree que “el margen para reducir el déficit presupuestario sin medidas adicionales se agota, estabilizándose en el 3% en 2024 y 2025, el límite fijado por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento” de la UE, hoy a debate para su reforma. Por eso, si nada cambia, a final del periodo de proyección el déficit estructural de la economía española ascenderá al 4% del PIB, por encima de los niveles previos al Covid-19 y muy lejos del nuevo objetivo de medio plazo fijado por el Gobierno, en el 0,4%. Este estancamiento en la reducción del déficit, alerta el organismo, “supondrá un freno en la disminución de la deuda pública, que en 2025 todavía se situará en niveles muy elevados”.

En concreto, sin medidas que reduzcan el saldo negativo, la deuda llegaría al 108,8% del PIB, lo que colocaría a España en una posición “muy vulnerable frente a un probable endurecimiento de las condiciones monetarias”. A partir de aquí, insiste la autoridad fiscal, si el déficit primario estructural se mantiene constante entre el 1,5% y el 2,5%, la deuda iniciará una senda ascendente que la llevaría al 140% del PIB en el año 2040.

En su análisis, la entidad ofrece unas pinceladas de qué habría que hacer para estabilizar la deuda pública: para dejarla en torno al 100% del PIB sería necesario un ajuste estructural de al menos una décima de PIB al año, mientras que para situarla en el 80% del PIB en 2040 haría falta un ajuste de 0,35 puntos de PIB por ejercicio.

Esto, matizó Herrero, no debe suponer una vuelta a las políticas de austeridad. Así, explicó, no se propone un recorte del gasto “sí o sí, pase lo que pase”, sino “una senda de sostenibilidad, que compatibilice el crecimiento con una menor vulnerabilidad y una menor ratio de deuda”.

Inflación y riesgos

En su última actualización, la Airef también elevó en tres décimas, del 6,2% al 6,5%, sus previsiones de inflación para este año, en un contexto marcado por el alza del coste de la energía a causa de la guerra en Ucrania. En 2023 y 2024, sin embargo, el IPC interanual oscilaría entre el 2% y el 3%. El organismo, en paralelo, mantiene sus previsiones de avance del PIB en el 4,3% durante 2022, la misma cifra que proyectó el Gobierno hace dos semanas. Sin embargo, alerta la Airef, de materializarse una serie de riesgos a la baja en un contexto de alta incertidumbre, el crecimiento podría perder 2,2 puntos, de los que 0,7 corresponderían al despliegue del Plan de Recuperación.

La autoridad fiscal, a colación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que canaliza las ayudas europeas, ha vuelto a remarcar la falta de información alrededor de este plan, que sigue sin integrarse en las actualizaciones fiscales del Ejecutivo. La Airef critica por un lado que no se ofrezca una senda realista de ejecución de las inversiones en términos de contabilidad nacional ni su potencial impacto sobre el gasto estructural. Por el otro, carga contra el Gobierno por no cuantificar el impacto en las finanzas públicas de potenciales reformas incluidas en el plan, como las reformas tributarias y la de pensiones.

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Sobre la firma

Pablo Sempere
Es redactor en la sección de Economía de CINCO DÍAS y EL PAÍS y está especializado en Hacienda. Escribe habitualmente de fiscalidad, finanzas públicas y financiación autonómica. Es graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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