Ebro Foods ve una "fuerte oposición" de la distribución ante las subidas de precios
El grupo alimentario cierra el primer trimestre con un crecimiento de ventas del 24%
Las tensiones inflacionarias en las materias primas, disparadas con el inicio de la guerra en Ucrania, han marcado el negocio de Ebro Foods en el primer trimestre del ejercicio. La compañía de alimentación, dueña de Arroz SOS o de las pastas Garofalo, generó unas ventas de 725,8 millones de euros entre enero y marzo, un crecimiento del 24% respecto al mismo periodo del año pasado, y un 6,2% más que en 2020. Su beneficio neto fue de 41,5 millones, un 21,4% menos debido a los ingresos extraordinarios con los que contó en 2021 por las desinversiones en Norteamérica.
Según explica la empresa, las ventas se han visto beneficiadas por "la buena evolución de los productos de alto valor añadido, el efecto acopio relacionado con la guerra en Ucrania y el positivo traspaso de precios durante los últimos meses", tanto en arroces como en pastas. La compañía reseña que, "a la espiral inflacionista del 2021 se han añadido nuevos desafíos derivados principalmente de la invasión rusa en Ucrania". Esto ha provocado "nuevas olas de inflación en materias primas y auxiliares, transporte, energía y costes laborales". Además, también apunta a un impacto directo de la huelga de transportes en España, "que ha tenido un impacto directo en los linales por el efecto acopio en algunos productos y marcas y las roturas de stock en otros, por la imposibilidad de servir a nuestros clientes en tiempo y forma".
En ese escenario, Ebro Foods ha revisado al alza el escenario de inflación para el ejercicio, que a principio del año situaba en 174 millones de costes añadidos, y que ahora aumenta en otros 60 millones, hasta 234,4.
Ante esta situación, la compañía que preside Antonio Hernández Callejas, como todas las del sector de la alimentación y bebidas, habla de una "norme incertidumbre". Y ante la posibilidad de acometer nuevas subidas de precio, reseña las reticencias tanto de la distribución como de los consumidores. En concreto, Ebro Foods ve "una fuerte oposición tanto de los distribuidores como de los consumidores, que vuelven a fijarse en el precio como variable muy importante en sus decisiones de compra".
Pese a estos condicionantes, la compañía habla de unos "buenos resultados" en el primer trimestre, con un resultado operativo que ha crecido un 15% anual; y de una "estupenda posición financiera", con una deuda neta de 555 millones, un 38% menos que en el mismo periodo de 2021, que "nos protege frente a cambios en el horizonte de los tipos de interés".