Toys R Us Iberia pide concurso voluntario cuatro años después de su venta a Green Swan
La compañía busca inversores tras las pérdidas provocadas por la pandemia y los problemas de suministro en la última campaña de Navidad
Toys R Us Iberia ha solicitado concurso voluntario de acreedores, según ha confirmado la compañía este jueves, tras no poder revertir los impactos provocados por la pandemia en 2020 y después de un cierre de 2021 en el que sus ventas se resintieron por la menor mercancía disponible debido a la crisis logística global. La campaña navideña supone en torno al 50% de los ingresos anuales de la compañía.
Según explica en un comunicado, el objetivo es "garantizar el futuro de la empresa y salvaguardar el máximo número de puestos de trabajo". La medida solo afecta a su negocio en España, donde cuenta con 46 tiendas. Estas continuarán abiertas y funcionando con normalidad. "Elegimos este procedimiento para garantizar la continuidad de la mayor cantidad de puestos de trabajo. Las tiendas han estado cerradas mucho tiempo y las ventas por internet no han conseguido compensar las ventas perdidas", explica en una nota de prensa Paulo Sousa, presidente de Toys R Us Iberia. “Este paso legal es necesario para asegurar un futuro al mayor número de nuestros empleados y colaboradores. Confiamos en que, a través de este procedimiento, encontremos inversores que nos permitan dar un futuro a la marca Toys R Us”, afirma por su parte Paloma Pérez, consejera delegada de la compañía. Esta cuenta con 891 trabajadores entre los dos países.
Como dice Pérez, la compañía está ahora en la búsqueda de inversores que permitan dotar de viabilidad al negocio. La historia vuelve a repetirse para la cadena juguetera, que en la última década ha pasado por enormes dificultades para dar con la tecla que le lleve a la rentabilidad. En 2018, después de que Toys R Us echase el cierre a su negocio en EE UU y Reino Unido, la filial española fue traspasada a la sociedad inversora portuguesa Green Swan, que dibujó un plan de negocio con el objetivo de elevar los ingresos a través de una renovación de las tiendas, y situarla en el entorno de los 200 millones y devolverla a los beneficios.
Sin embargo, primero la pandemia, con los cierres y las restricciones obligadas en los comercios físicos, y después los problemas de abastecimiento referidos por la compañía, han teminado por echar abajo esos planes. "El objetivo de Toys R Us ahora es centrarse en su viabilidad. Hay futuro para nuestras tiendas físicas donde tanto disfrutan niños y mayores, sobre todo si las combinamos con una estrategia omnicanal eficaz.", añade Paloma Pérez.