El Ibex retrocede un 0,3% y las rentabilidades de la deuda repuntan con fuerza
El selectivo español logra mantener los 8.300 puntos
Por primera vez desde el estallido de la pandemia, Ucrania no es el centro de atención de los mercados. Los inversores aguardan con expectación la reunión de líderes de la Unión Europea, cita de la que espera que salgan nuevas medidas que ayuden a rebajar el impacto de los efectos económicos de la guerra y se acuerden nueva sanciones contra Rusia. Pero mientras se conocen las decisiones, el precio de las materias primas sigue marcando el rumbo de las Bolsas.
En una jornadas en la que las rentabilidades de la deuda repuntaron con fuerza, el Ibex 35 cayó un 0,28%. A pesar de este recorte el selectivo español logra mantener la barrera de los 8.300 puntos, cota que llegó a perder en niveles intradía. En la caída del selectivo español la corrección de la banca experimentó un papel destacado. Santander bajó un 1,12%; BBVA, un 1,52%; Bankinter, un 1,33%; CaixaBank, un 1,31% y Sabadell, un 0,18%. Superiores a la caídas de las entidades fueron las registradas por Grifols (-2,56%). En el lado de los ascensos destacaron Naturgy(3,15%), Red Eléctrica (2,27%) y las farmacéuticas Pharma Mar y Almirall (2,12%).
Mientras la mayoría de los índices se han visto fuertemente penalizados por el alza del petróleo, el gas natural, el níquel o el aluminio, entre otros materiales, la Bolsa británica ha logrado sacar provecho. Una muestra de esto se dejó sentir hoy, sesión en la que el FTSE británico se anotó un 0,09%. Aunque el ascenso fue nimio, la Bolsa londinense logró escapar a las ventas. Esta corriente se replica en el conjunto de 2022. Además de haber resistido mejor a la invasión (en el primer mes de guerra cede un 0,41%), el FTSE británico es el único de los principales índices europeos que logra arañar un 1,12% en lo que va de año, frente a las caídas de 10,14% del Dax alemán.
Las razones que explican este comportamiento son diversas, pero como señala Juan José Fernández Figares, director de análisis de Link Securities, mucho tiene que ver “peso relativo que tienen en el índice los grandes valores mineros”. En las últimas semanas estas cotizadas se han visto impulsadas por el fuerte aumento del precio de las materias primas. Tal es así, que en lo que va de año, el sector de los recursos básicos es el más alcista de Europa. Si abultada resulta su revalorización en lo que de 2022 (19,46%), más lo es el ascenso que alcanza en los últimos 12 meses (30%). A los problemas en las cadenas de suministro se han sumado en el último mes la prohibición impuesta por Occidente a sus industrias para comprar muchos materiales importados de Rusia, un productor clave ya no solo de gas y petróleo sino también de muchos de estos materiales que ocupan un papel predominante en la industria.
Además del tirón de las mineras, el peor desempeño registrado en los dos últimos años juega un papel destacado. Los descuentos que ofrece el FTSE están siendo aprovechados por los inversores para elevar su exposición a un mercado que cuenta con nombres emblemáticos como Antofagasta (en el último mes sube un 23,7%%), Glencore (17%) o Anglo American (15,6%). En 2020 el FTSE cayó un 13%, un descenso solo superado por el Ibex (-14,6%) mientras que en 2021 avanzó un 14,59%, lejos del 29,21% que sumó el Cac francés.
Junto al FTSE británico, el MIb italiano (0,42%) escapó a los recortes. Por su parte el Cac francés bajó un 0,39% y el Dax alemán concluyó en tablas (-0,07%). Los efectos de la guerra son aún difíciles de cuantificar, pero en el primer mes de guerra la actividad ha empezado a frenarse. El índice que elabora S&P Global se ha situado en los 54,5 puntos, su peor lectura en dos meses. Mejor suerte corre EE UU donde la actividad empresarial aumentó hasta los 58,5 puntos, su mejor lectura en ocho meses.Repunte de las rentabilidades
Repunte de las rentabilidades
El endurecimiento del tono por parte de los bancos centrales y las expectativas de que la inflación siga marcando nuevos máximos sirvieron de impulso a las rentabilidades de la deuda. Aunque en las últimas semanas el impacto del conflicto en el crecimiento de la zona euro ha llevado a los inversores a descartar una subida de tipos del BCE este año, hoy Frank Elderson, miembro de la junta del BCE, señaló que la institución aún podría subir las tasas este año. La rentabilidad de la deuda española a 10 años subió al 1,4% mientras el bund repuntó al 0,53%, máximos de octubre de 2018. Más alzas experimentaron los plazos cortos. La deuda alemana a cinco años avanzó ocho puntos básicos, hasta el 0,27%, máximos de agosto de 2014. Al otro lado del Atlántico, el bono de EE UU a 10 años se sitúa en 2,34% mientras la deuda con vencimiento en 2027 cotiza en el 1,37%.
La volatilidad que impera en las Bolsas se extiende también a otros activos y la energía ocupa un papel destacado. La fuerte dependencia energética de Rusia está pasando factura a las economías y a muchos hogares que ven como día a día los precios del Brent y el gas natural alcanzan nuevos máximos. A la espera de conocer las nuevas sanciones que preparan EE UU y la UE en respuesta a la invasión el Brent hizo un alto en su escalada. El crudo de referencia en Europa corrigió un 1,3% y se sitúa el filo de los 120 dólares, nivel que volvió a superar el miércoles.
Aunque el mercado anticipa nuevas sanciones, la idea de que Europa se sume a la estrategia de EE UU y Reino Unido y proceda al embargo del petróleo ruso queda descartada. La principal razón es la negativa mostrada por Alemania, uno de los mayores dependientes energéticos de Moscú. El canciller de la locomotora de Europa, Olaf Scholz, ha dejado claro en sus últimas intervenciones que cualquier decisión que conlleve penalizar la compra de productos energéticos rusos supondrá la entrada en recesión de Europa. A pesar del respiro que experimentan los precios del crudo en las últimas jornada, Francisco Blanch, jefe de materias primas para Bank of America sigue viendo al Brent en los 150 dólares este verano.