El Ibex corrige un 1% lastrado por Inditex pero mantiene los 8.000 puntos
El bono español se aproxima al 1,3%
La moderación que experimentaron las materias primas no evitó que las Bolsas escapar a las caídas. A las dudas que genera la guerra de Ucrania se sumaron la política monetaria y la inflación, las principales amanezcas para el mercado antes de que la geopolítica trastocara las previsiones de gestoras y organismos internacionales. En una jornada en la que el repunte de las rentabilidades fueron una de las claras protagonistas, la renta variable deshizo parte de la recuperación lograda un día antes. El Ibex 35 retrocedió un 1,15% y logró mantenerse por encima de los 8.000 puntos, cota que llegó a perder en niveles intradía.
Inditex, que en las últimas jornadas había logrado recuperarse de las caídas registradas tras anunciar que paralizaba la actividad en Rusia, se convirtió en el valor que más puntos restó la Bolsa española, El grupo textil bajó un 4,73% y pierde los 22 euros por acción. El regreso de la cotización a los meses más duros de la pandemia estuvo auspiciado por las noticias que apuntan a las intenciones del gobierno ruso de apoderarse
e incluso nacionalizar la propiedad de las empresas extranjeras que han abandonado el país en respuesta a la invasión de Ucrania. Las firmas renovables y utilities, que en las últimas sesiones se vieron impulsadas las intenciones de Europa de impulsar la transición energética para reducir su dependencia de Rusia, se tiñeron de rojo. Las expectativas de un encarecimiento del coste de financiación a medida que el BCE acelera la retirada de los estímulos llevaron a Iberdrola a caer un 1,33%. Enagás bajó un 0,48%; Endesa, un 1,81% y Siemens Gamesa, un 3,99%.
En el lado de los ascensos, las entidades domésticas, las más beneficiadas por el endurecimiento monetaria, lideraron los ascensos. Sabadell sumó un 3,87%; Bankinter, un 3,21% y CaixaBank, un 1,3%.
Superiores a las caídas del Ibex 35 fueron los descensos registrados por sus homólogos europeos. El fracaso de las negociaciones entre Rusia y Ucrania ante la negativa de Moscú a respetar un alto al fuego y el anuncio de Christine Lagarde de acelerar la reducción de las compras para combatir la inflación llevaron al Dax alemán a retroceder un 2,93%. No muy lejos se situó el Cac francés que bajó un 2,83%. Pero las mayores caídas corrieron a cargo del Mib italiano (-4,2%), una de las Bolsas más dependientes de los estímulos. Fuera de la zona euro el FTSE británico bajó un 1,27%. Al otro lado del Atlántico y en una jornada en la que la inflación interanual (subió el 7,9%) marcó nuevos máximos de 40 años, el Dow Jones bajaba 1,17% y el Nasdaq, un 2%.
La firmeza mostrada por el BCE en su lucha frente a la inflación provocó un fuerte de las rentabilidades. Aunque la subida de tipos en la zona euro aún está lejos, el BCE prevé acabar antes con las compras de deuda. El alza de los rendimientos fue generalizada, pero volvieron a ser los países de la periferia los que más la notaron. El rendimiento de la deuda española a 10 años subió 12 puntos básicos, hasta el 1,26%, niveles previos al inicio de la guerra. La deuda italiana al mismo plazo avanza 22 puntos y pone rumbo a la barrera del 2%, nivel que no alcanza desde abril de 2020, coincidiendo con los momentos más duros de la pandemia. Por su parte, el bono portugués sumó 13 puntos, hasta el 1,13%.
Los ascensos se repitieron en otras referencias más seguras como el bono alemán, activo refugio por excelencia. La rentabilidad de la deuda germana a 10 años subió seis puntos básicos, hasta el 0,27%, lejos de los rendimientos negativos a los que regresó la semana pasada, coincidiendo con los primeros días de la contienda.
Los mayores ascensos de la deuda periférica provocaron una ampliación de las primas de riesgo. La española, que en las últimas jornadas había experimentado una ligera moderación, se acerca de nuevo a los 100 puntos básicos, mientras la italiana pasa de los 146 a los 163 actuales.
La inflación de EE UU da argumento a la Reserva Federal para subir los tipos la próxima semana. Aunque la tasa aún no recoge el efecto de la guerra, en febrero subió al 7,9%. El bono a 10 años sumó recupera la barrera del 2% mientras la deuda a dos sube al 1,7%.