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Valor a examen

Enagás, a la espera de confirmar expectativas

Con una rentabilidad por dividendo del 9%, el mercado se inclina por mantener y aguarda el desarrollo del negocio

REUTERS

Enagás ha sido un remolino de información en los dos primeros meses del año. Ha anunciado cambios en el equipo gestor (Arturo Gonzalo Aizpiri sustituye como consejero delegado a Marcelino Oreja); las directrices del negocio hasta 2030; un impulso a la energía renovable (ha dado entrada en su filial de renovables al fondo de hidrógeno Clean H2, con una participación del 30%)y una continuidad en el dividendo. En este tiempo, el valor ha seguido con la tendencia bajista que inició el pasado diciembre, y ya acumula un retroceso superior al 8% en 2022.

Esta semana, Citi, CaixaBank y RBC han recomendado vender las acciones de la energética. Otras optan por mantener, como Bestinver, UBS o JP Morgan. A nivel global, prevalece el consejo de mantener (45% sobre el total de Bloomberg), frente al de venta (36,4%) y compra (18,2%). La acción agota el potencial sobre el precio objetivo medio de 18,82 euros.

Ángel Pérez Llamazares, de Renta 4, ha reiterado un “mantener”, tras conocer las últimas referencias y unos resultados que “se han situado por encima de las expectativas del consenso gracias a las amortizaciones principalmente”. Enagás ganó 403 millones en 2021, un 9% menos, con una caída de los ingresos del 4,8%, hasta 991 millones de euros.

Bankinter, que es de las pocas firmas que se inclina por “comprar”, reconoce que “el apetito inversor por compañías reguladas y con alta rentabilidad por dividendo se reduce en entornos de recuperación de actividad y repunte en rentabilidad de los bonos”. Pero contempla factores positivos como para tenerla en cartera: alta rentabilidad por dividendo (superior al 9%); mejora en las expectativas de TallGrass (TGE) por la recuperación de precios de la energía (es la principal filial internacional con el 50% de las inversiones fuera del negocio regulado); el desarrollo del hidrógeno como oportunidad a largo plazo, y la generación de plusvalías en la rotación de activos.

Bestinver muestra más cautela. Daniel Rodríguez dice que “Enagás ofrece una propuesta de inversión poco atractiva”. El analista apoya su opinión en “la combinación de una actividad regulada en declive en España y las operaciones internacionales fuertemente sesgadas hacia la industria del gas y del petróleo shale (uno de los combustibles fósiles más limpios) estadounidense. “No estamos especialmente entusiasmados con el negocio maduro del gas en el mercado doméstico y los rendimientos nominales fijos hasta 2026, frente al entorno actual de aumento por mayores expectativas de inflación”, explica.

Con respecto al hidrógeno, Rodríguez considera que “tiene una posición complicada con el objetivo de desempeñar el papel de TSO [transmission system operator] neutral y participar en proyectos de producción”. Aguarda confirmar cómo se materializará el proyecto.

Citi conserva desde hace tiempo la posición más extrema. “Un incremento de los tipos de interés en Europa, el riesgo regulatorio en Perú y el aumento del coste de la deuda” son algunas de las incertidumbres que contempla. Ha vuelto a recortar el precio objetivo, a 11 euros, y a reiterar que “la política de dividendos es destructora de valor”. “El grupo está bajo presión para recibir dividendos de sus filiales, lo que hace crecer aún más sus deudas y desafía la estabilidad financiera de la empresa”, asegura la firma.

Del lado de las agencias de calificación, Enagás ha recibido también noticias mixtas: Fitch mejoró en diciembre la perspectiva a estable desde negativa, y confirmó la calificación a largo plazo en BBB+; S&P, en cambio, revisó en enero a la baja el rating a BBB desde BBB+, aunque mejoró la perspectiva a estable.

Fitch argumentó que “una mayor visibilidad sobre la transición energética y sobre los ingresos de las desinversiones será crucial para la sostenibilidad de la calificación de Enagás en el medio plazo”.

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