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Distribución

El Corte Inglés negocia con la banca una fuerte rebaja del coste de la deuda

El grupo de distribución pide un precio de grado de inversión, por debajo del 3%

Marta Álvarez y Víctor del Pozo, presidenta y consejero delegado de El Corte Inglés.
Marta Álvarez y Víctor del Pozo, presidenta y consejero delegado de El Corte Inglés.

El Corte Inglés comienza a diseñar su futuro financiero tras la entrada de Mutua Madrileña en el capital. El primer punto ha sido la reapertura de las negociaciones con sus bancos de cabecera para acomodar el coste del pasivo a la nueva realidad del grupo. Confían en que la nota de grado de inversión llegue de las agencias de rating próximamente, pero mientras tanto, buscan que los bancos ya reflejen tal consideración en el precio que pagan por la deuda, según indican a este diario fuentes financieras.

La compañía que pilota Víctor del Pozo ha mantenido durante esta semana las primeras reuniones con la veintena de entidades bancarias que conforman su sindicato. Santander, BBVA, BNP Paribas, JP Morgan o Bank of America son algunas de las entidades que lideran las negociaciones.

Según su último informe financiero, a cierre del ejercicio de 2021, El Corte Inglés cuenta con una deuda financiera por 3.714 millones de euros. De ellos, 2.168 millones corresponden con deuda bancaria. Este préstamo, que incluye el crédito avalado por el ICO en 2020, expira en 2025, extensible en dos años más.

Cuenta también con dos emisiones de bonos, de 600 millones cada una, que expiran en 2024. Contaba con una tercera emisión, de otros 600 millones, colocada por Hipercor, que venció en enero de este año, así como un programa de pagarés registrado en el MARF con un saldo vivo por 1.200 millones.

El Corte Inglés busca reequilibrar esta balanza entre deuda bancaria y bonos en favor de la primera. Y ampliar sus créditos de los 2.100 millones de euros a los 2.600 millones, según publicó ElConfidencial. Con ese importe de más, la compañía espera cancelar una de sus emisiones de bonos. En la actualidad cuenta con dos, tras amortizar los bonos de Hipercor que vencieron en enero. Por un lado, la lanzada en septiembre y diciembre de 2018 por 690 millones; y otra por 593 millones, realizada en septiembre de 2020. Ambas tienen su vencimiento en marzo de 2024.

Rebajar la factura

El objetivo de las negociaciones es claro: conseguir una rebaja del coste de la deuda. Y lo hará, por un lado, con un acuerdo con los bancos para que le cobren desde ya un tipo de interés al nivel de una compañía considerada con la calificación de grado de inversión.

El argumento principal está en la alianza con de Mutua, tanto con la venta del 50,01% de su negocio asegurador como en la toma, por parte de esta, del 8% del capital de El Corte Inglés. Operaciones con las que ha recaudado 1.150 millones de euros, que en buena parte usará para reducir su deuda.

Algo que, unido al compromiso contraído con Mutua para explorar una salida a Bolsa, da forma a los argumentos que la compañía ha puesto encima de la mesa para buscar esa rebaja de costes financieros.

Y por el otro lado, la empresa pretende cancelar las emisiones de bonos, que acarrean mayores costes, con créditos bancarios mucho más baratos. Los bonos emitidos en 2018 pagan un cupón del 3%; los colocados en 2020, durante la pandemia, pagan un 3,62%. Las fuentes consultadas apuntan a que la idea es amortizar esta emisión y llevar así el coste de la deuda de la compañía por debajo del 3%.

De alguna manera el mercado ya ha digerido y puesto en precio esta situación. Las dos emisiones que cotizan en el mercado lo hacen en torno al 2,5%. Cuentan, además, con ventanas de liquidez en las próximas semanas, por el 100,75% y el 101% del nominal, respectivamente. Los inversores han ido acercando el precio de ambas emisiones al precio que marca el folleto de emisión que debe ofrecer la compañía, en previsión de que lance una oferta de recompra próximamente.

Además de la entrada de Mutua en el capital, El Corte Inglés cuenta con la complicidad de las agencias de calificación, que en sus últimas revisiones han mostrado su confianza respecto al futuro de la compañía.

Primero fue Moodys la que a finales de enero mejoró la perspectiva de estable a positiva. Y hace escasos días ha sido Standard & Poor’s (S&P) la que ha hecho un movimiento similar.

En su informe, fechado el pasado martes, S&P sustenta su mejora en que El Corte Inglés “mantendrá un rendimiento sólido y continuará fortaleciendo su balance a través de la reducción de deuda”, gracias a la alianza con Mutua. Y apunta: “Como parte del acuerdo, entendemos que la política financiera de El Corte Inglés buscará un estatus de grado de inversión”.

El mercado y la compañía consideran estos movimientos como un paso previo para la mejora de la nota del grupo, que actualmente se encuentra en BB+ (para S&P) y Ba1, para Mooyds. En ambos casos, justo en el peldaño inferior al grado de inversión, el gran objetivo financiero de El Corte Inglés.

Pagarés al 0%

 

Corto plazo. El Corte Inglés cuenta con un programa de emisión de pagarés en el MARF por un saldo neto de 1.200 millones. Realizó las últimas emisiones en virtud a este programa el pasado 7 de febrero. Una de ellas, por importe de 42 millones, tiene un vencimiento a 13 meses. La otra tiene un importe de 107 millones y expiran en tres meses. En ambos casos, la compañía ha colocado la deuda al 0%, si bien antes de la pandemia el grupo de distribución llegó a cobrar por vender su deuda en los vencimientos más cortos.

Bonos. El Corte Inglés no prevé en este momento acudir de nuevo al mercaod de deuda. La razón está en la situación de este mercado ante el repunte de la inflación y la posible alza de tipos que se espera para después de verano. Todo ello ha presionado al alza las rentabilidades de los bonos high yield que cotizan en el mercado. Los 600 millones que emitió en 2018 cotizan al 2,7% y los vendidos en 2020 se intercambiaron ayer algo por debajo del 3%. Unas tensiones sobre el precio que aún no han llegado a la deuda de más corto plazo.

 

 

 

 

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