Naturgy da más poder a Reynés para ampliar sus reservas de gas al margen del consejo
IFM alcanza el 12,04% del capital tras nuevas compras
Naturgy blinda el poder de su primer ejecutivo en plena guerra con IFM. La compañía ha decidido dar más poderes al presidente de la compañía, Francisco Reynés, en la actividad más crítica de la compañía y mientras el fondo australiano lanza una nueva ofensiva para reforzarse en el capital. En plena tensión de Occidente con Rusia y de escalada en los precios del gas, la compañía incrementa el importe de los contratos de suministro de gas que Reynés podrá firmar sin dar cuenta al consejo o sin contar con una mayoría reforzada en este organismo.
El pasado 21 de diciembre, pocos días antes de las vacaciones de Navidad y más de un mes después del final de la opa de IFM, el consejo de Naturgy decidió mover ficha. Según revela el informe de Buen Gobierno Corporativo de la gasista, este organismo decidió por unanimidad modificar su reglamento de organización. Y lo hizo con un doble objetivo. Por un lado, reforzar el control sobre las operaciones vinculadas, en línea con lo que exige la nueva Ley de Sociedades de Capital. Y, por el otro, reforzar los poderes del presidente ante determinadas cuestiones.
Esta nueva normativa permite que Reynés y su equipo no den cuenta al consejo de ventas de activos valoradas en menos de 100 millones, un umbral que antes estaba situado en los 50 millones. Pero el aspecto más significativo al que afecta es a la firma de nuevos contratos para el aprovisionamiento de gas. Hasta ahora el presidente podía rubricar estos acuerdos sin contar con el consejo, a quien sí debe informar, si su importe era inferior a los 100 millones, y ahora lo podrá hacer por hasta 300 millones. La compañía esgrime que las subidas de precio del gas explican este incremento de los umbrales.
La nueva normativa también eleva el umbral mínimo, de 500 millones a 800 millones, para que la firma de estos contratos deba estar auspiciada por una mayoría reforzada del consejo. La necesidad de contar con mayorías reforzadas para tomar determinadas decisiones es una de las claves del desembarco de IFM en Naturgy. El fondo australiano se puso como objetivo controlar, al menos, un 17% de la gasista y dos consejeros, con el objetivo de ser clave en la toma de decisiones.
La compañía actualmente cuenta con un consejero ejecutivo (Reynés), seis dominicales, nombrados por sus tres principales accionistas, Criteria, GIP y CVC, a razón de dos cada uno, y cinco independientes. IFM alcanzó un 10,2% del capital tras la opa –que tras las compras comunicadas ayer elevó hasta el 12,04%-, lo que le permite tener un solo consejero y alcanzar la mayoría absoluta si suma fuerzas a los otros dos fondos. Lograr los dos consejeros le permitiría controlar más de un tercio del consejo y bloquear decisiones estratégicas, como los contratos de suministro de gas de más de 800 millones.
Desde la compañía indican que la decisión de modificar el reglamento del consejo responde a la autoevaluación de este organismo y a las sugerencias realizadas por los propios consejeros. En concreto, para mejorar la gestión de riesgos, reducir el número de reuniones del consejo (en 2021 fueron 23 frente a las 8 que recomienda la CNMV), avanzar en el plan estratégico e incrementar las capacidades del consejero ejecutivo.
Blinda el bonus del presidente
El consejo de Naturgy ha acordado ampliar la duración del plan de incentivos a largo plazo de julio de 2023 a diciembre de 2025, con el objetivo de hacerlo coincidir con el plan estratégico de la compañía, a cumplir antes de 2025. El importe que tiene derecho a cobrar Francisco Reynés por los ejercicios de 2021 y 2022 es de 1,54 millones. El presidente de la gasista percibió en 2021 4,962 millones en 2021, un 9,08 % más que en 2020, cuando cobró 4,549 millones. Reynés percibió una remuneración fija de 1,1 millones como presidente del consejo, un sueldo de 960.000 euros por sus funciones ejecutivas y 100.000 euros por otros conceptos. Cobró también 2,734 millones como remuneración vinculada a sistemas de ahorro y otros 68.000 euros de aportación a su seguro de vida.