El director de datos se hace fuerte en las empresas
La figura de este profesional se afianza a medida que se toman decisiones en función del análisis de datos
La falta de talento para aplicar proyectos e iniciativas de inteligencia artificial es el principal reto al que se enfrenta los directores de datos de las compañías. Es más, el 78% asegura, según se desprende de una encuesta realizada por Accenture, conjuntamente con el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y en la que han participado 180 líderes de 19 industrias y 28 países, que sus responsabilidades más críticas son el crecimiento del negocio y la creación de valor. Se trata de una figura, cada vez más valorada y demandada en las empresas, ya que la gestión del dato se ha convertido en parte de la estrategia dado que ofrece ventajas competitivas.
Las competencias de un director de datos abarcan desde la gestión, explotación y monetización de la información que se obtiene del dato a su aplicación desde el punto de vista del negocio, así como la gestión de la infraestructura y sus aplicaciones internas y externas, el diseño de la arquitectura de datos, la gobernanza de la analítica, la medición y control de la seguridad y la vigilancia de la ética de los datos.
La figura de este profesional será más relevante a medida que las organizaciones comiencen a tomar más decisiones en función de los datos, aunque en la actualidad se siguen encontrado con diferentes dificultades. De hecho, esta semana la industria, a través de IndesIA, formada por ocho empresas españolas, Repsol, Gestamp, Navantia, Técnicas Reunidas, Telefónica, Microsoft, Airbus y Ferrovial, que cuenta con el apoyo del Basque Artificial Intelligence Center (BAIC) y Accenture, ha asegurado que necesitarán durante los próximos tres años más de 90.000 profesionales expertos en datos e inteligencia artificial para impulsar proyectos con los que poder competir con otras organizaciones internacionales, a la vez que impulsar la economía nacional.
En cuanto a las características que debe tener un profesional de esta disciplina, Rodrigo Álvarez, director de inteligencia aplicada de Accenture en España, Portugal e Israel, apunta a “la tendencia a participar en la generación de negocio a través del dato, así como asegurar y expandir la cultura del dato y la adopción del mismo en la empresa, de manera que genere valor y tenga un impacto en la compañía”, agrega.
Según el citado estudio, las principales habilidades que se valoran en un director de datos son ser agente de cambio (67%), impulsor (47%) y, en tercer lugar, traductor de esos datos a los demás profesionales (34%).
Talento, cultura y financiación son los principales desafíos para aplicar iniciativas de inteligencia aplicada. La falta de talento para llevar a cabo sus objetivos es el principal desafío al que se enfrentan los directores de datos, así lo asegura el 53% de los participantes, seguidos por los conflictos culturales en la organización (47%), la falta de un modelo financiero a largo plazo para sostener la transformación (44%), así como la competencia entre recursos para realizar actividades rutinarias en lugar de cambiar (42%).
Otro factor decisivo es formar parte de la dirección estratégica de la empresa: un 86% de estos directivos responde que participa en el desarrollo de la estrategia de datos de su organización. Sin embargo, un 29% de los encuestados considera que tiene como responsabilidad definir la estrategia de negocio de la empresa, y solo un 27% tiene entre sus competencias generar ingresos con nuevos modelos de negocio.
Por tanto, la figura de este profesional, prosigue Álvarez, debe también formar parte de los equipos de dirección de negocio, para garantizar eficiencias operativas, generar ingresos desarrollando nuevos productos y servicios inteligentes, además de mejorar la experiencia de clientes y empleados. El experto destaca también la brecha de género, que se ha ido acrecentando sobre todo en los perfiles más sénior, y la importancia de la formación continua dentro de las organizaciones.
El mercado, explica el directivo de Acenture, tiende a reforzar la función del directivo de datos y destacar su importancia, ya que contar con esta figura permite gestionar, proteger, analizar y representar los datos para que sean de utilidad en la organización, y, en definitiva, crear valor y lograr una ventaja competitiva. El 78% cree que sus funciones y responsabilidades han ganado importancia por la necesidad de ganar ventaja competitiva.