Los precios industriales subieron el 35,9% en 2021, récord desde 1976
Los productos energéticos cuestan el doble que hace 12 meses
Las tensiones inflacionistas se van consolidando y todo apunta a que se mantendrán durante algunos meses más de lo que sería deseable.
Tras el dato ya conocido de IPC al cierre del pasado año en el 6,5% interanual, ayer el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) volvió a dar pábulo a nuevas tensiones inflacionistas, en este caso, procedentes del sector industrial.
El dato conocido, no hace más que adelantar y confirmar que se está produciendo una importante elevación de los precios a la industria, que de consolidarse a lo largo de los próximos meses, tendría sus efectos en el resto de los sectores económicos, con lo que los temidos efectos de una espiral de precios provocaría que las tensiones en el IPC general se mantuviesen más de lo que sería deseable aportando un pesado lastre de cara a la recuperación del conjunto de la economía española.
El Índice de Precios Industriales (IPRI) cerró diciembre pasado a un ritmo del 35,9% interanual, casi cuatro puntos superior al dato de noviembre, la cifra más elevada desde el comienzo de la serie histórica en enero de 1976.
Lógicamente, detrás de este impulso de los precios en el sector industrial está el componente energético que incrementa su variación más de 10 puntos y medio, hasta el 95,9%, también la tasa más elevada desde el inicio de la serie, como consecuencia del tirón de los precios en la producción, transporte y distribución de la energía eléctrica.
De hecho, puede constatarse en las cifras del INE que si se excluye el componente energético el incremento de los precios hubiese registrado una tasa del 11% interanual, cerca de 25 puntos menos que la tasa finalmente publicada, si bien seguiría siendo el dato más elevado desde octubre de 1984, lo que no hace más que confirmar que las tensiones inflacionistas están presentes y no únicamente, por el componente energético.
En los bienes intermedios el empuje de los precios alcanzó el 20,6%, también históricamente elevados.
También la tendencia alcista se plasmó en todos aquellos bienes destinados al consumo, ya que se incrementaron el 5,2% como consecuencias de las alzas del 4,2% y 5,3% en los precios de los bienes duraderos y no duraderos respectivamente.
Los bienes de equipo, que son el principal barómetro para conocer cuál es la tendencia de la inversión, experimentaron un incremento más contenido del 3,1% interanual, lo que no hace más que mostrar la poca demanda que existe de este tipo de bienes, en linea con la atonía de la inversión.
Esta subida de precios se registró en todas las CCAA.