Los 'chicharros' Codere y Berkeley, revolucionados en Bolsa pese a estar condenados
Bandazos en la cotización de dos valores que tienen los días contados en el mercado
Los chicharros siempre han sido un imán de atracción de los inversores, incluso aunque sus negocios pendan de un hilo o las empresas estén condenadas a desaparecer. Codere SA, que será liquidada después de traspasar su actividad a una sociedad en Luxemburgo y dejará de cotizar el lunes, sufre de fuerte volatilidad en las últimas sesiones. El martes se hundió un 44% y este miércoles se ha desplomado otro 25%. Berkeley, por su parte, se ha disparado un 10,59%, a pesar de que el Gobierno ha denegado el permiso para la mina de uranio –su único activo– que la compañía australiana tenía planeado construir en Salamanca.
La especulación y el desconocimiento impactan en la cotización de los valores más pequeños de la Bolsa española. Los actuales accionistas de Codere recibirán tan solo un 5% de la nueva sociedad que se hará cargo de los negocios y warrants que les permitirán recibir hasta un 15% de una valoración superior a los 220 millones en una eventual futura venta de la compañía (u otras operaciones asimilables) en el plazo de 10 años. El restante 95% del capital es propiedad de los bonistas, que han transformado deuda en capital y le han inyectado efectivo para que pueda seguir con su plan de negocio.
Sin tener en cuenta los derivados, y para una capitalización de unos 15 millones de euros, la valoración de la sociedad luxemburguesa que ha asumido la actividad de Codere debería estar valorada en unos 300 millones de euros. Esta tasación no casa con la evolución histórica de la actual empresa. Sin esta dura reestructuración, que ha supuesto la conversión en capital de deuda cotizada por 1.150 millones, y la inyección de 225 millones adicionales, valía unos 300 millones de euros a cierre de 2019.
La CNMV ya recomendó "a los inversores consultar la información oficial publicada por la compañía antes de formarse un juicio y de operar en el valor", como publicó CincoDías el pasado 27 de octubre, cuando ya se conocían las intenciones de la empresa.
Berkeley Energía, por su parte, se dispara en torno a un 10% este miércoles, pese a que a finales de noviembre el Gobierno su proyecto para levantar una planta de fabricación de concentrado de uranio que la compañía preveía ubicar en el municipio salmantino de Retortillo. La compañía capitaliza unos 59 millones de euros.
Cierto es que Berkeley ha anunciado que dará la batalla. La firma asegura que ell Gobierno ha infringido la normativa sobre procedimientos administrativos en España, así como el derecho de defensa de la firma, lo que implicaría que la decisión sobre el rechazo de la solicitud de la construcción de la planta de la compañía "no es legal".