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Finanzas

El sandbox se desatasca y comienzan a rodar los primeros proyectos

El lunes de realizó el corte de los nuevos proyectos que se presentaron en octubre y que pasan a su segunda fase

El banco de pruebas español para la transformación del sistema financiero (sandbox, en el argot) ha logrado volver a su funcionamiento previsto, tras unos meses de atasco. El pasado lunes se reunió su comisión encabezada por el Tesoro para anunciar los proyectos seleccionados en la segunda cohorte, una vez que la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ya ha resuelto todos los requerimientos sobre los proyectos aprobados el pasado 14 de mayo por la Secretaría General del Tesoro y Financiación Internacional. 

De esta forma, los proyectos de esta primera fase que han cumplido la fase de análisis pueden iniciar su andadura, aunque con más de cuatro meses de retraso sobre el calendario previsto inicialmente.

Economía resalta el valor del sandbox financiero para conocer herramientas que pueden usar las entidades

Hasta la fecha, se han realizado dos convocatorias del sandbox financiero. La primera, cuyo plazo de presentación se abrió entre el 13 de enero y el 23 de febrero, recibió 67 proyectos, de los cuales al final el Tesoro admitió 18, que son los que ahora podrán iniciar su operativa, y están relacionados con criptomonedas, créditos para pymes, inmuebles y seguros, principalmente. La segunda convocatoria se produjo entre el 1 de septiembre y el 13 de octubre, si bien todavía no se han dado a conocer los proyectos seleccionados, aunque fuentes cercanas a este banco de pruebas aseguran que el número de proyectos presentados es inferior al de la primera convocatoria.

La idea es que Tesoro comunique los proyectos que han pasado este segundo corte, esta misma semana.

El retraso producido se debe a que tanto la Agencia Española de Protección de Datos como el Sepblac, organismo que lucha contra el blanqueo de capitales, han mandado requerimientos en los que exige manuales extremadamente detallados de las políticas de gestión de riesgos de privacidad y de blanqueo de capitales, respectivamente.

El sandbox financiero permite conocer, con carácter previo, herramientas que luego pueden ser utilizadas de manera habitual dentro de la gestión interna de las entidades.

 

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