UBS apuesta por los 'midcap' de EE UU y la Bolsa europea para 2022
La firma pone el foco además en la Bolsa japonesa
UBS cree que los beneficios empresariales crecieran de forma global un 10% el próximo año y que serán las empresas de corte cíclico las más beneficiadas por su mayor sensibilidad al crecimiento económico. Por ello, entre sus apuestas para este año están las Bolsas de la zona euro y de Japón, el sector financiero y las empresas de mediana capitalización de EE UU.
La firma de análisis vaticina que 2022 podría ser el año de la Bolsa europea después de una década en la que ha registrado un rendimiento inferior al de la renta variable estadounidense. Asegura que el mercado europeo es de corte cíclico y que por ello está bien posicionado para beneficiarse de la recuperación de la cadena de suministro y de la reposición de inventarios.
Además, considera que en los próximos meses la renta variable de la zona euro debería beneficiarse de la política monetaria y fiscal acomodaticia, el fuerte crecimiento del PIB y de los crecimiento de los beneficios. Por sectores, apuesta por las empresas europeas de energías renovables, hidrógeno y digitalización, que se verán beneficiadas por los fondos de recuperación Next Generation EU.
Otra de las preferencias para este de UBS son los valores de mediana capitalización de la Bolsa estadounidense, que también considera se podrán ver beneficiados por el equilibrio entre exposición cíclica y de calidad, lo que nos parece
atractivo en este momento del ciclo, en el que se está produciendo la transición de un crecimiento alto a uno más lento. Apunta que los valores del Russell Midcap Index están superando a las grandes empresas en términos de crecimiento de los beneficios, al tiempo que cotizan con un descuento de valoración de aproximadamente el 20%, el mayor en 15 años.
UBS también destaca su preferencia por las materias primas y los valores energéticos, que también se beneficiarían en caso de que la inflación sea más persistente que lo previsto. Por el contrario, cree que hay un limitado potencial alcista para los valores inmobiliarios y los productos básicos de consumo. Y se muestra prudente con el sector industrial ante la debilidad de la actividad económica china y las presiones al alza sobre los costes para los pequeños fabricantes.