BBVA levantará 200 millones de euros con su primer fondo de deuda privada
La rentabilidad rozará 7%, a cambio de sacrificar liquidez
El interés por los activos privados no para de crecer. BBVA está recaudando dinero para su primer fondo de deuda privada, y espera alcanzar los 200 millones de patrimonio, con lo que se convertiría en el mayor fondo alternativo que ha tenido nunca la entidad. El grupo bancario maneja más de 1.000 millones de euros en estrategias vinculadas con activos ilíquidos.
En el mundo de la inversión hay dos grandes categorías:
- Los bonos y acciones, que se negocian en mercados secundarios y en los que casi cualquier persona puede invertir.
- Los activos alternativos (también llamados privados o ilíquidos) que suelen consistir en inversiones que no cotizan directamente en mercados abiertos. Este tipo de productos no están disponibles para todos los públicos. Son productos poco líquidos, en los que el dinero solo se recupera al cabo de 6-8 años. Y la inversión mínima supera normalmente los 100.000 euros.
Entre las categorías más habituales están los fondos de capital riesgo (que invierten en compañías que no están en Bolsa); los fondos de infraestructuras, de inmobiliario y, por último, los fondos de deuda privada.
José Luis Segimón de Manzanos es jefe de mercados privados en BBVA Asset Management y un firme defensor del auge de los activos alternativos. “Después de tantos años de bajos tipos de interés en la deuda pública se ha demostrado que tener una parte de la cartera en activos privados es muy conveniente, puesto que permite conseguir buena rentabilidad sin incrementar la volatilidad. Ahora bien, el cliente debe estar muy bien informado sobre la iliquidez del producto”.
El fondo de deuda privada que ahora está comercializando BBVA invierte a su vez en fondos internacionales (Estados Unidos, Luxemburgo, Irlanda...) especializados en este tipo de activos. Se trata de una alternativa a la financiación bancaria que en ocasiones utilizan compañías en procesos de fusión o expansión.
Universalización del producto
Economía. El Ministerio de Economía prepara una normativa que facilitará mucho el acceso a los fondos de capital riesgo. Frente al mínimo de inversión de 100.000 euros que es el más frecuente en la actualidad, el departamento dirigido por Nadia Calviño espera poder reducir ese importe máximo a solo 10.000 euros.
Iliquidez. El gran problema para que los inversores no institucionales accedan a este activo está en los largos periodos en los que no se puede disponer el dinero. En los fondos de fondos de deuda privada, la recuperación total del dinero invertido puede ser de entre cinco y siete años, aunque desde el segundo años sí que se van cobrando cupones. En los fondos de capital riesgo el plazo de recuperación puede superar los 10 años.
“Hay compañías que piden un préstamo a este tipo de fondos porque tienen una necesidad puntual de financiación que requiere una tramitación muy rápida”, explica Segimón de Manzanos.
La deuda que ofrecen este tipo de fondos es de la máxima calidad y las tasas de impagos están entre el 0,2% y el 0,5%. En cuanto a la rentabilidad, son vehículos que pueden obtener unos retornos medios anuales de entre el 6% y el 7%, en un contexto en que buena parte de la deuda soberana europea sigue cotizando aún hoy con tipos negativos.
“Muchas veces quienes piden esa financiación son empresas pequeñas y medianas, muy solventes, pero que no tienen el tamaño suficiente como para emitir bonos en los mercados”, apunta Segimón de Manzanos.
En los últimos 15 años, BBVA ha lanzado otros cuatro productos de inversión alternativa. En 2006, un fondo de fondos de capital riesgo; en 2008, un vehículo para mutualidades de previsión social que querían invertir en alternativos; en 2016 otro fondo de fondos de capital riesgo (que ha generado un retorno del 41% acumulado en cuatro años); y en 2020 otro fondo de fondos de capital riesgo, con un vehículo que levantó 130 millones de euros de capital.
La gestora también selecciona fondos de capital riesgo en los que invierten parte de su cartera algunos planes de pensiones de BBVA.