Escrivá propone subir cotizaciones para costear el alza del gasto en pensiones del 'baby boom'

El mecanismo de equidad intergeneracional propone una cotización adicional de 0,5 puntos durante diez años para financiar la jubilación de los 'babyboomers'

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha presentado hoy en la mesa del diálogo social que negocia la primera fase de la reforma de las pensiones un "planteamiento inicial" del denominado mecanismo de equidad intergeneracional, que pretende servir para costear el mayor incremento del gasto en pensiones que experimentará el sistema desde mediados de la presente década por el acceso masivo de los pensionistas nacidos en el baby boom (desde finales de los años cincuenta a principios de los setenta).

Este mecanismo realizará el ajuste de esta mayor financiación vía ingresos y no gastos. Esto es, que persigue aumentar la recaudación del sistema, subiendo las cotizaciones que pagan a la Seguridad Social empresarios y trabajadores, en lugar de recortando las pensiones futuras, como planteaba el diseño del anterior factor de sostenibilidad aprobado en 2013 y que nunca llegó a aplicarse.

La propuesta de la Seguridad Social, dirigida por el ministro José Luis Escrivá, es que este mecanismo sea "una herramienta contingente, de carácter temporal y equilibrada", según han explicado fuentes de la negociación. De esta forma, el mecanismo tendría dos fases. Una primera que se pondrá en marcha cuando el sistema de pensiones alcance el equilibrio financiero, gracias fundamentalmente al traslado al Estado de los gastos impropios de la Seguridad Social, algo que el Gobierno prevé que ocurra a partir de 2023, al final de la legislatura.

Sería entonces, tras lograr el equilibrio del sistema, cuando se active durante diez años --según la propuesta inicial que podrá negociarse-- un incremento del 0,5 puntos porcentuales de las cotizaciones sociales, según las fuentes consultadas. Este aumento no sería acumulable cada año sino que se mantendría durante los años que se determinen. Con esa recaudación se volverá a nutrir el fondo de reserva de la Seguridad Social (en el que quedan menos de 2.000 millones) que se empleará para costear los déficits que empiecen a surgir por el efecto de la llegada de los babyboomers al sistema.

La propuesta inicial es que esta sobrecotización adicional se reparta entre el empresario y el trabajador (aún no se sabe en qué porcentaje cada uno). Y, según los ejemplos puestos por la Seguridad Social a los interlocutores sociales, supondrá en un sueldo de 1.900 euros mensuales unos diez euros más al mes por parte de la empresa y del empleado. Mientras que en un sueldo de mileurista el alza será de entorno a cinco euros mensuales.

El colchón que se cree con esta nueva cotización se podrá utilizar a partir de 2032 y si no hay desviación del escenario previsto de financiación, esto es, si no fuera necesario para costear los déficits que surjan, la Seguridad Social propone que se planteará el uso de los recursos de este fondo para reducir las cotizaciones sociales o mejorar la cuantía de las pensiones.

Pero si el escenario fuera el contrario y el gasto se desvía de la senda prevista, el mecanismo consta de una segunda fase que se activaría en el caso de que el incremento de cotizaciones no fuera suficiente para costear los números rojos que se generen. En ese momento, habrá qué decidir si el mecanismo de ajuste se aplica también al gasto (recortando la cuantía de las pensiones) y no solo a la parte de los ingresos.

Dicho todo esto, desde la Seguridad Social no interpretan la medida como un incremento de cotizaciones sin más, debido a que será un sobrecoste temporal y retornará a quienes lo han aportado por una u otra vía.

Los interlocutores sociales estudiarán la propuesta que les ha trasladado la Seguridad Social y harán sus aportaciones en la próxima reunión convocada para el lunes, día 8 de noviembre.