Botín pide incentivos “claros” ante la necesidad de una transición climática
La banquera ha hecho un llamamiento a las grandes empresas a tomar la iniciativa y ser "un ejemplo"
La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, vuelve a insistir en la importancia regularizar de forma clara y contundente el camino hacia un mundo más verde, y ha pedido el apoyo a Gobiernos y votantes, ya que considera que la transición hacia una economía descarbonizada requiere de “votantes y ciudadanos” que “entiendan” los cambios “que están por venir” y las políticas que se deben desplegar, y “gobiernos que entiendan los nuevos equilibrios de poder en la nueva economía digital para que nos beneficien a todos”.
Ha reclamado a los gobiernos que establezcan marcos regulatorios a largo plazo e incentivos y desincentivos regulatorios “claros y coherentes” para cada sector, para facilitar esta transición verde. Su demanda la formuló durante la inauguración de las jornadas International Banking Conference, celebradas por Banco Santander, cuyo protagonista ha sido el reto climático y las transformaciones que eso compromete.
Botín explicó en este ya tradicional acto al que asisten destacados banqueros y reguladores, además de analistas, que el cambio climático es un reto global que requiere “una respuesta global” y advirtió de que “la ciencia sugiere que, salvo que hagamos algo rápido, el cambio podría ser irreversible”. Pese a todo, la banquera se ha declarado una persona “optimista”.
La banquera expuso que “necesitamos que los líderes mundiales entiendan las consecuencias” y que quizá “la última oportunidad de mantener vivos los compromisos establecidos en París en 2015” de alcanzar cero emisiones netas en 2050, se abre con la próxima cumbre de Glasgow. “Necesitamos una vez más políticos que puedan hacer preguntas difíciles y líderes que puedan ser un ejemplo”, subrayó, ya que, a su juicio, los clientes, personas y empresas necesita “datos mejores y comparables” para abordar la transición y las compañías precisan, sobre todo, “directrices y políticas de los gobiernos que establezcan planes de transición e incentivos para cada sector”.
Botín explicó que los gobiernos tendrán que crear “redes de seguridad social” para aquellos cuyos puestos de trabajo cambiarán o desaparecerán, “y políticas que incentiven y ayuden a las empresas a crear los millones de nuevos puestos de trabajo que los sustituyan”. Desde la parte privada indicó que también se requieren “grandes empresas que estén dispuestas a tomar la iniciativa, a ser un ejemplo”, aunque el cambio será una suma de “millones” de pequeñas transiciones que deben permear por igual a las pymes y pequeños negocios.
La banquera detalló que también se necesitarán bancos y mercados de capitales que puedan proporcionar la financiación necesaria para impulsar la y el crecimiento que traerá consigo, reclamando a tal efecto “una regulación global que permita financiar la gran transición”.
Según Botín, la “buena” noticia es que el mundo financiero global ya se está movilizando para favorecer la transición a una economía descarbonizada. A título ilustrativo indicó que Santander es miembro fundador de la Net Zero Banking Alliance y se ha comprometido a alcanzar las cero emisiones netas en 2050.
La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, fue la encargada de clausurar estas conferencias. En su discurso, dijo que el Plan UE “es una oportunidad histórica para España, con hasta 140.000 millones de euros para impulsar inversiones y reformas de aquí a 2026. Esto equivale a lo que España ha recibido en transferencias de fondos estructurales desde nuestra entrada en la Unión Europea”, que se produjo en enero de 1986.
Cos insta a la banca a implementar Basilea III “de forma completa y a tiempo”
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, insistió ayer en la importancia de implementar de forma “total, completa y a tiempo” las medidas contempladas en Basilea III. En su intervención en la Conferencia Internacional de Banca organizada por Banco Santander, recordó un informe publicado por el Banco Central Europeo (BCE) en el que se afirma que la implementación completa de Basilea III “va a tener beneficios muy claros para la eurozona”.
Por ello, insistió en que esta implementación se haga “completa, sin diluir el acuerdo, y a tiempo”. Por otro lado, recordó las conclusiones del informe del Comité de Basilea de Supervisión Bancaria, en el que se indica que los bancos rehusaron utilizar sus colchones anticíclicos durante la crisis del Covid, una situación que, para el presidente del Instituto para la Estabilidad Financiera (FSI, por sus siglas en inglés), Fernando Restoy, se explicaría por “la penalización del mercado” que ello supondría para las entidades. Sin embargo, Hernández de Cos defendió ayer que los colchones de capital “han funcionado como tenían que funcionar”, considerando que los niveles previos a la pandemia han sido “suficientes para lidiar” con la crisis provocada por el Covid. Sobre una posible reforma de estos colchones, De Cos señaló que podrían aumentarse los requisitos de capital o cambiar la composición de estos instrumentos, algo apuntado también por Restoy.
Por su parte, el consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, destacó que la fortaleza del capital “es fundamental para la solvencia”, aunque señaló que los bancos que dependen exclusivamente del capital “son débiles por definición”. “En algún momento llegará una crisis y tendrán un problema fundamental del modelo de negocio”, indicó. Para añadir, “si tu banco es rentable podrás levantar capital”. El directivo recordó que, cuando la economía “se cerró en marzo de 2020 se reaccionó muy bien, los bancos centrales y los gobiernos actuaron rápido y bien”, aunque ahora habrá que ver cuanto tarda en volver la normalidad.
Entre todos, señaló, “mantuvimos la economía en marcha, fuimos capaces de dar servicio a los clientes”, y en todo el mundo, pero sobre todo en Europa, los gobiernos pusieron en marcha medidas de apoyo.
“Estamos orgullosos de haber gestionado miles de millones en préstamos a pymes y no pymes”, añadió, en tiempos “muy difíciles”, pero la reacción fue rápida, sobre todo en la banca minorista. Por otro lado, los ponentes también han abordado los problemas derivados de los pagos digitales. Al respecto, Restoy recordó el riesgo para la estabilidad financiera que puede suponer la dependencia de los sistemas de pagos de agentes externos a las entidades.