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Valor a examen

El carbón da alas a Glencore en plena transición energética

La compañía ha alcanzado máximos de 2018 tras subir el 65% este año y el 240% desde mínimos de 2020

Sede de Glencore en Baar, Suiza.
Sede de Glencore en Baar, Suiza.Efe

Glencore es un oasis en medio de la crisis energética que sacude al mundo entre precios desorbitados y escasez de oferta. La empresa especializada en la compraventa de metales, minerales, productos petrolíferos y alimentos le está sacando el máximo partido y ha alcanzado en Bolsa su nivel más alto desde enero de 2018.

Las acciones acumulan un alza del 65% en 2021 y del 240% desde los mínimos de 2020. Solo han corregido ligeramente esta semana tras conocerse las intenciones del gobierno chino de intervenir ante el rally del precio del carbón. “La empresa está lista (como siempre) para aprovechar las oportunidades inducidas por la volatilidad del mercado”. “Los fallos de la transición hacia la energía sostenible pueden resultar en flujos de efectivo extraordinarios a corto plazo en los combustibles fósiles”, apuntan en Alphavalue.

La acción de Glencore desde 2020

Los principales clientes del trader suizo de materias primas son la industria del automóvil, del acero y la agroalimentación. Por ingresos, el 38,6% procede de Asia, el 35,2% de Europa, el 17,7% de EE UU, el 4,7% de Oceanía y el 3,8% de África. “Es una compañía muy global. La subida del precio de los metales o minerales la beneficia, ya que puede vender más caro”, detalla Javier Molina, portavoz de eToro en España. “El interés inversor ha vuelto apoyado en la búsqueda de valor”, añade.

Glencore es la elegida por Citi dentro del sector europeo vinculado a materias primas, incluidas las mineras. En su opinión, 2021 va a ser su mejor año desde el punto de vista financiero desde que saliera a cotizar en 2011, con una “mejora del balance significativa”. “Ha registrado gran rendimiento gracias a que los precios de las materias primas se han mantenido fuertes, siendo el carbón térmico el principal impulsor”, afirman los analistas. “Al cobre y al zinc, sus otros dos grandes negocios, tampoco les ha ido mal”, subrayan.

El mercado ha mejorado las previsiones del negocio tras el rally de las materias primas y aventura más potencial para el valor, claro ganador de la crisis energética

El carbón se ha convertido para muchos países en una alternativa al gas para generar electricidad ante su escasez y carestía; paradójicamente, este escenario se produce en plena transición hacia energías más limpias. El precio del combustible fósil ha llegado a subir más de un 120% este año.

Glencore se ha beneficiado también de los problemas de algunos grandes productores. Por ejemplo, en Indonesia han aparecido nuevos brotes de coronavirus y el Gobierno ha prohibido la exportación del carbón, explica Goldman Sachs.

Citi detalla el ­impacto que el aumento de la de­man­­da del carbón puede tener en las cuentas de Glencore: “Desde el 10 de mayo, el ebitda ajustado a precios spot [al contado] ha subido el 16%, frente a una rebaja del 13% de Anglo American y un 40% en Rio Tinto, lo que claramente ha impulsado sus acciones a corto plazo”. Su actividad principal en todo caso no es extractora sino de intermediación, con lo que se beneficia especialmente de la volatilidad de precios.

Morningstar ha incrementado las previsiones del carbón térmico, utilizado para generar electricidad, a 139 dólares por tonelada de media entre 2021 y 2024, un 43% más que su estimación anterior (97 dólares). El pasado septiembre superó los 200 dólares. Por tanto, estima que la acción está infravalorada y que su valor razonable serían 420 peniques, un 13,5% más que el último cierre.

“Creemos que el mercado ha subestimado la demanda sostenida del carbón como combustible en Asia y la probable preferencia del térmico de mayor calidad. El precio se ha disparado en poco tiempo y desconocemos si será sostenible en el tiempo, pero aún vemos valor en Glencore”, señala Alphavalue.

La suiza ha conquistado a los grandes inversores. En las últimas semanas Alphavalue, Citi, Bank of America, Goldman Sachs, Deutsche Bank y Morgan Stanley, entre otras, han respaldado la subida de la acción con consejos de compra. Goldman Sachs ha mejorado su visión por el tirón del carbón térmico, que “tiene unas emisiones de CO2 más bajas, lo que la hace aún más atractiva desde el punto de vista de la sostenibilidad”. Asimismo, piensa que Glencore será una de las beneficiadas de la previsible alza del precio del cobre, que espera que se sitúe en los 15.000 dólares la tonelada en 2025, frente a los 9.900 actuales.

Promesa de remuneración al accionista

Accionistas. Goldman Sachs contempla la posibilidad de que Glencore devuelva aproximadamente el 60% de su capitalización para los accionistas durante 2021 y 2024 (combinando dividendos y recompras). Morgan Stanley también considera que “el dese­quilibrio de la oferta en el mercado del carbón parece que va a durar más de lo esperado y esto va a permitir a Glencore generar más caja y devolver dinero a los accionistas”. El mercado tiene dos citas importantes antes de que acabe el año: la presentación de los resultados el 29 de octubre, y el día del inversor, el 2 de diciembre.

Deuda. Glencore, Gunvor, Trafigura y Vitol están entre los operadores mundiales de materias primas que han sido advertidos por parte de brókeres e intermediarios para que aumenten sus garantías tras alcanzar un apalancamiento extremo por su exposición elevada al gas, según detallaba hace unos días Reuters. Moody’s ha mantenido el rating a largo de Glencore en Baa1, pero ha cambiado la perspectiva de negativa a estable tras una “mejora significativa de las ganancias” y la reducción del nivel de deuda en el primer semestre.

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