TSK firma avales por 520 millones liderados por Santander para impulsar su crecimiento
El grupo asturiano ha obtenido garantías de nueve bancos tras superar lo peor del Covid
El grupo de ingeniería asturiano TSK, especialista en el diseño y la construcción de proyectos EPC (llave en mano), ha logrado la bendición de la banca. Ha firmado dos tramos de avales, uno de 254 millones de euros, y otro por 266 millones, con el fin de respaldar su estrategia de crecimiento, según fuentes financieras. El plazo para su empleo expirará en septiembre de 2024. Santander lidera los avales, en los que también participan Abanca, BBVA, Sabadell, Bankinter, CaixaBank y Cajamar, Unicaja y el ICO.
La operación ha contado con Clifford Chance, PwC y Alantra como asesores de las partes y contará con Sanne Agensynd como agente de la línea.
El año pasado, los ingresos de la compañía se situaron en 585 millones de euros, con un fuerte descenso frente a los 911 millones de 2019, debido al efecto del Covid-19. El resultado de explotación bajó hasta los 42,8 millones de euros, frente a los 33 de un ejercicio antes. La última línea de la cuenta de pérdidas y ganancias se completa con unos escuetos beneficios de 146.000 euros, frente al quebranto de 29 millones de euros correspondiente a 2019.
El grupo pilotado como consejero delegado Joaquín García Rico barajó la salida a Bolsa de su filial de renovables, Esersa, si bien a inicios del año pasado la operación quedó aplazada. Y, en su lugar, realizó una venta importante de activos solares, con la que obtuvo un beneficio operativo de 40 millones de euros, según revela en sus últimas cuentas depositadas en el registro mercantil.
TSK contaba con plantas en operación en España y Puerto Rico. El perímetro de la operación, por la que se han interesado empresas y también fondos de infraestructuras, se ha reducido considerablemente. De entrada, también estaban en el paquete diferentes desarrollos en México, Chile y España que suman más de 1.000 megavatios en diferentes fases.
Se preveía que fueran construyéndose y poniéndose en marcha durante 2020, 2021 y 2022. Pero ahora los proyectos greenfield (en desarrollo) se devaluaron. La empresa, de hecho, ejecutó en 2019 una reestructuración de su filial de renovables, al traspasarle los negocios en Estados Unidos, hasta entonces en otra sociedad.
La compañía firmó préstamos con el aval del ICO por 205 millones en mayo del año pasado. Tiene además a su disposición el MARF con un programa de 150 millones. A cierre de 2020, su deuda financiera neta ascendía a 309 millones de euros, lo que supone una ratio de apalancamiento de 4,7 veces respecto al ebitda (66 millones de euros).
La empresa ha presentado además un nuevo plan estratégico hasta 2023. Para el presente ejercicio, prevé que facturación crezca un 20% y que el próximo se dispare más de un 40% respecto al de 2020. TSK se propone que sus ventas acumuladas entre 2021 y 2023 alcancen los 3.000 millones de euros, con un ebitda de 313 millones.