Las grandes firmas de inversión de Wall Street parecen tener claro que el momento actual de turbulencias en los mercados financieros es una oportunidad de compra y que los temores al impacto de la inflación en la economía, aunque comprensibles, tenderán a ser pasajeros.
Para Goldman Sachs, el mercado bursátil continuará su senda alcista a medida que los inversores ganen confianza en que el actual avance de la inflación es transitorio y no afectará al crecimiento. No habría por tanto motivos para pensar en un escenario de estanflación.
Los estrategas del banco estadounidense prevén que el S&P 500 alcance los 4.700 puntos a final de año, lo que supone un alza del 7% respecto al cierre del viernes. Y considera que la reciente corrección del índice estadounidense deja una buena oportunidad de compra, tal y como ha sucedido en anteriores retrocesos del orden del 5%.
En cuanto a sectores, en un entorno de temor a la estanflación -que para Goldman Sachs no es en todo caso el escenario base-, los de salud y energía son los que tradicionalmente dejan los mejores retornos, tal y como se está apreciando en las recientes subidas de gasistas y petroleras.
Desde JP Morgan también destacan la oportunidad de compra que ofrecen las últimas caídas. Su previsión es que los miedos a un pinchazo crediticio en China remitan, al tiempo que se espera más impulso fiscal y la recuperación del mercado laboral. Para JP Morgan, los inversores se sentirán cómodos con el tapering de la Fed, que será muy gradual y sin que suponga un alza próxima de los tipos.
El banco ve más potencial en la inversión value y cree que la actual rotación de activos debería beneficiar a los mercados emergentes, con la excepción de China.