Fainé contraataca a IFM: "El dividendo de Naturgy es un pilar fundamental"
El fondo australiano ha abierto la puerta a eliminar el dividendo de la gasista
La Caixa entra de lleno en el cuerpo a cuerpo con IFM en la última semana de la opa de Naturgy. El propio Isidro Fainé, presidente de la Fundación La Caixa, ha afirmado en un comunicado que el dividendo de la gasista es "un pilar fundamental" para la fundación, después de que el fondo australiano abriese la puerta a eliminar el pago al accionista "durante el tiempo que sea necesario".
"El dividendo de Naturgy es un pilar fundamental de los ingresos que recibe la fundación y que destina íntegramente a su obra social, con la inversión de más de 500 millones de euros cada año en programas sociales, cultura y ciencia, investigación y salud, y educación y becas", dice Fainé. Y ha reafirmado su voluntad de reforzarse en el capital y continuar como "accionista español de referencia".
La Fundación, que a través de su holding de participaciones industriales Criteria cuenta con un 26,3% de la gasista, ha manifestado su compromiso con el plan estratégico, a cumplir antes de 2025, que fue aprobado por el consejo por unanimidad en julio. Este plan comprende inversiones por 14.000 millones de euros y recorta ya la retribución al accionista, hasta el 85% del beneficio neto.
Jaime Siles, vicepresidente de IFM, apoyó la semana pasada en una entrevista con CincoDías, la hoja de ruta de la compañía. Pero abrió la puerta incluso a eliminar por completo el dividendo para financiar estas inversiones en el marco de las últimas medidas aprobadas por el Gobierno para tratar de abaratar la factura de la luz.
Los accionistas de Naturgy tienen hasta este viernes para decididir si acuden o no a la opa presidentada por IFM, que ofrece 22,07 euros por acción. Tanto Criteria como los otros dos accionistas de referencia de la gasista, los fondos CVC y GIP, con un 20% cada uno, ya han declarado que no acudirán a la oferta. Esto limita la opa a un 30% del capital, si bien el fondo australiano ha puesto como condición controlar un mínimo del 17% y un máximo del 22,69% del capital. Ya en el folleto abrió la puerta a conformarse con un 10% debido a lo constreñido de la oferta, que se dirime en un puñado de acciones.
El fondo pretende reclamar dos puestos en el consejo y mantener inalterado su número, para tener el mismo peso que el resto de los accionistas de referencia. Esto ha sido la principal crítica tanto del consejo —que ha juzgado el precio ofertado como "razonable", aunque ninguno de los consejeros va a a acudir a la opa, ni los empleados, ni la autocartera— como de Criteria a la opa, al considerar que contraviene los criterios de Buen Gobierno de la CNMV, que piden que la mitad de los consejeros sean independientes. De hecho, el consejo apunta a que IFM pretende tener un mayor peso en el consejo que el que tendrá en el accionariado y reclama pagar una prima de control.