La compraventa de vivienda supera las 50.000 operaciones en un mes por primera vez en 13 años
El INE recoge en julio un aumento mensual del 4,3% y del 55% interanual
El sector inmobiliario continúa recuperándose a velocidad de crucero tras los meses más duros de la crisis sanitaria y económica originada por el Covid-19. Los datos de transacciones inmobiliarias correspondientes a julio de 2021, dados a conocer este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), muestran que el séptimo mes del año cerró con un total de 50.258 compraventas, un ascenso mensual del 4,3% y un incremento interanual del 53,5%. Según la serie histórica de Estadística, es la cifra más elevada en más de 13 años, desde abril de 2008, cuando se anotaron 54.800 transacciones.
Los datos del INE reflejan que el incremento se hizo notar tanto en las operaciones sobre viviendas nuevas como en las de segunda mano. Las primeras, que anotaron 9.510 transacciones (casi el 19% del total), crecieron un 40,2% en tasa interanual, mientras que las usadas, con 40.748 compraventas (el 81%), lo hicieron casi un 57% respecto al mismo mes del año anterior.
En el acumulado del año 2021, de enero a julio, la compraventa de viviendas se ha incrementado un 34,5% en comparación con los primeros siete meses de 2020, indudablemente marcados por las fuertes restricciones a la movilidad nacional e internacional. En mayo del año pasado, por ejemplo, se llevaron a cabo poco más de 22.000 operaciones, la cifra más baja desde el año 2013, cuando se notó el efecto arrastre de la crisis financiera de 2008.
Tal y como explica María Matos, directora de Estudios de Fotocasa y portavoz del portal inmobiliario, "por quinto mes consecutivo las operaciones de compraventas muestran incrementos interanuales muy elevados. Estos datos revelan que el sector continúa fuerte y liderando la recuperación económica del país". En su opinión, esta "abultada subida interanual" hay que contextualizarla, ya que las cifras pueden deberse al arranque de las operaciones embalsadas, esto es, las compraventas que no pudieron realizarse durante el estado de alarma y que comenzaron a ejecutarse a partir de julio. "Aun así, si se hace la comparativa con el mismo mes de 2019 la evolución es positiva y se registra un incremento del 4%, lo que confirma que no solo se han superado los datos previos a la pandemia, sino que continúa el gran auge iniciado en 2018 por comprar vivienda”, detalla.
Esta tendencia, además, parece que no cambiará de rumbo en el corto plazo. Según prevé Ferran Font, director de Estudios del portal Pisos.com, la situación "seguirá a expensas de los posibles impactos del Covid-19 y el plan de vacunación, la puesta en marcha antes de finalizar el año de la nueva Ley de Vivienda y la recepción y gestión de los fondos Next Generation".
Hay varias razones que explican esta tendencia. Según los últimos datos del Banco de España, los depósitos de los hogares españoles se situaban a finales de julio en los 942.800 millones de euros, frente a los 851.900 millones registrados en febrero de 2020, antes del estallido de la pandemia. El ahorro embalsado de las familias, por ello, está encontrando en el sector inmobiliario una salida, incluso ahora que los precios de la vivienda comienzan a encarecerse tras varios meses de caídas. Según Estadística, el valor de la vivienda libre en España subió un 3,3% en el segundo trimestre de 2021 con respecto al mismo periodo del año anterior, el mayor alza desde finales de 2019.
En esta ecuación también hay que dejar hueco a los cambios de preferencia de las familias españolas en cuanto a la vivienda. La pandemia ha acentuado la propensión hacia los inmuebles con terrazas, balcones y jardines y con habitaciones disponibles para poder teletrabajar. Según Matos, el interés por la obra nueva, que crece un 40%, responde a estos cambios de preferencias habitacionales.
La tendencia al alza de las transacciones de vivienda, sin embargo, también comporta riesgos a tener en cuenta. Según el portavoz de Idealista, Francisco Iñareta, "los datos que manejamos llevan meses alertando de la velocidad a la que se está consumiendo el stock de viviendas disponible, lo que hace prever un aumento de la presión de la demanda a corto y medio plazo y nuevas tensiones en los precios". En la misma línea apunta Matos, que añade que el sector tiene el reto de "dar respuesta al gran auge de la demanda que se ha despertado tras el confinamiento, sobre todo en la vivienda a estrenar".
En total, según los datos de Estadística, hubo más de 85.000 transmisiones de inmuebles en el mes de julio, en línea con lo registrado a lo largo de los últimos meses. La mayor parte de las operaciones (más de 50.000) correspondieron a las compraventas, 16.800 estuvieron motivadas por las herencias, algo más 2.000 por las donaciones, 121 por las permutas y otras 16.000 por otras razones.