Iberdrola advierte: el proteccionismo de EE UU puede frenar su desarrollo en eólica marina
Avantgrid critica la medida que exige materiales de procedencia estadounidense para obtener ventajas fiscales
Iberdrola ha advertido que la industria eólica estadounidense puede fracasar si las autoridades del país castigan la utilización de materiales procedentes del extranjero, según publica hoy Financial Times. Bill White, responsable de energía eólica offshore en la filial Avantgrid, ha indicado que las demandas de componentes locales pueden castigar el desarrollo de parques marinos que dependen, hoy por hoy, de equipamiento hecho en Europa.
El Congreso ha aprobado ayudas fiscales, dentro del plan de infraestructuras, que contemplan el desarrollo de las renovables y que están ligadas con la creación de empleo en EE UUy con el uso de acero estadounidense. "Si se dice básicamente: 'No se puede construir un proyecto eólico en alta mar a menos que se utilice un aerogenerador fabricado en EE UU', estamos muertos en el agua", señaló White. "Tenemos que pensar cuidadosamente en posibles impulsos proteccionistas que podrían detener involuntariamente el progreso de la energía eólica marina".
Avantgrid es la promotora del proyecto Vineyard, el mayor desarrollo de este tipo en el país y que aspira a generar 800 megawatios de potencia con 62 turbinas en alta mar. El proyecto está tramitando la financiación. La administración Biden, mientras, ha prometido que la economía verde creará "millones de nuevos puestos de trabajo" y la eólica marina generará "nuevas cadenas de suministro que se extienden hasta el corazón de Estados Unidos".
De momento, Estados Unidos va por detrás de Europa en energía eólica marina: solamente tiene siete generadores instalados pese al objetivo de Biden de 30.000 megawatios de potencia instalada en 2030. Gracias al mayor desarrollo de los parques, la industria europea de generadores de eólica marina está más madura que la estadounidense. Según el diario británico, Estados Unidos no tiene la cadena de suministro suficiente para cubrir los objetivos de la Casa Blanca. Para beneficiarse de las ayudas fiscales, que tienen un plazo de 10 años para dar más visibilidad a inversores, los proyectos deben contar con aprendices locales, ciertas condiciones salariales y, en algunos casos, un 55% de materiales de procedencia nacional.