Tubacex y sindicatos siguen sin acuerdos tras siete meses de huelga
El grupo mantiene el recurso contra la sentencia que anula 129 despidos
El conflicto laboral en Tubacex sigue cuando se cumplen 210 días de huelga indefinida, prácticamente siete meses, en sus fábricas de Amurrio y Llodio, ambas en Álava. El fabricante de tubos sin soldadura y los sindicatos han cerrado sin acuerdos la etapa de negociación de un nuevo ERTE hasta finales de año.
La principal discrepancia radica en los 129 despidos planteados por Tubacex en un ERE que luego fue anulado por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV). La siderúrgica ha recurrido y los representantes de los trabajadores exigen que se retire este recurso.
Desde Tubacex han anunciado que solo renunciarán al recurso sin los sindicatos si el comité de empresa acepta "negociar, pactar y firmar" una solución que garantice el futuro de las instalaciones de Llodio y Amurrio. El grupo planteó un ajuste de 500 empleos en una veintena de plantas repartidas por todo el mundo. La mayoría de los despidos, salvo los de Álava, ya se han producido.
El nuevo ERTE se extiende a los 800 trabajadores de las dos plantas vascas. Supondrá una reducción del 70 % de la jornada. Tubacex considera que el recurso contra la sentencia del TSJPV es "un derecho legítimo fundamental".
El conflicto sigue en niveles de tensión máxima. Los miembros del comité de empresa se han vuelto a concentrar este miércoles frente a las oficinas de Tubacex en el Parque Tecnológico de Bizkaia.
Juan Ugarte, director general de la patronal alavesa SEA, ha manifestado que "las posiciones de los sindicatos en Tubacex responden a posturas cercanas a la mafia siciliana". En declaraciones a Radio Vitoria, Ugarte ha calificado de "lamentable" la huelga de siete meses y ha añadido que "como esto siga sí, voy a empezar a temer" por la continuidad "del proyecto empresarial".