Fernando Alonso vende su firma de moda tras acumular pérdidas de 3 millones en cuatro años
Solo en 2020, Kimoa elevó los números rojos a 650.000 euros
La aventura empresarial de Fernando Alonso en el mundo de la moda no ha alcanzado las mismas cotas de éxito que la trayectoria deportiva del bicampeón mundial de Fórmula 1. El piloto español puso en marcha en 2017 Kimoa, una firma textil de carácter urbano centrada en la sostenibilidad que el propio Alonso ha promocionado desde entonces en sus apariciones públicas, portando alguna de sus camisetas, gorras o gafas de sol, aprovechando el tirón internacional de su figura.
Desde aquel ejercicio, el primero en el que inició la actividad comercial, hasta 2020, Kimoa ha acumulado unas pérdidas de tres millones de euros, después de que el año pasado los números rojos alcanzasen los 650.000 euros, un 13% superiores a las que tuvo en 2019, como consta en las cuentas anuales de Quimoalar, la sociedad bajo la que se articula el negocio, y que acaban de ser depositadas en el Registro Mercantil.
En ese periodo, Kimoa no ha conseguido ser rentable y sus ventas tampoco han conseguido despegar. En 2020, un año de especial dificultad para el sector textil, los ingresos de Quimoalar SL retrocedieron un 20% hasta los 843.000 euros, después de haber superado el millón en 2019 y 2018. Fue en este último año en el que marcó su mejor registro, con 1,2 millones facturados. Parecía el momento del despegue, pero en 2019 volvió a retroceder otro 11% hasta algo menos de los 1,1 millones, aunque sí consiguió reducir las pérdidas hasta los 575.000 euros.
Kimoa, que vende principalmente a través de su web a 74 países, ha ido incrementando su oferta, añadiendo gafas de sol, ropa técnica de ciclismo, gafas de esquí e incluso patinetes eléctricos a su oferta base de camisetas y gorras con motivos automovilísticos.
Sin embargo no ha sido suficiente para darle un impulso al negocio, lo que ha desembocado en la venta del 75% de su capital a la compañía estadounidense Revolution Brands, dueña de SimplyEV, especializada en patinetes eléctricos y artículos de moda urbana. Así lo confirmó esta compañía en un comunicado hecho público el pasado 18 de agosto, en el que detallaba que Alonso conservaría el 25% del capital de Quimoalar y continuará haciendo las veces de embajador.
En el Boletín Oficial del Registro Mercantil del pasado 23 de agosto ya se cambió el socio único de esta sociedad, pasando a ser Kimoa International LLC, radicada en Miami y controlada por Revolution Brands. En el comunicado difundido en EE UU, las partes se ponían el objetivo de hacer crecer la presencia de Kimoa en Norteamérica a 50 nuevas ubicaciones del país en un plazo de dos años.
“Creamos Kimoa con un alma sostenible y un espíritu de no rendirse nunca, inspirado en los deportes de motor”, decía el propio Fernando Alonso en dicha nota de prensa. “Es un honor seguir llevando el logotipo de Kimoa, construyendo la marca y dando la bienvenida a la familia a todos los que comparten nuestra visión”, continuó.
El importe de la transacción no se hizo público. A cierre del ejercicio 2020, el balance de Quimoalar SL presentaba un patrimonio neto negativo de tres millones de euros y un pasivo a largo plazo de 7,4 millones correspondientes a “otras deudas”, que sus cuentas, formuladas de forma abreviada, no detallan su origen.
Una andadura con su círculo de confianza
Apoyo. Fernando Alonso emprendió su andadura empresarial rodeado del círculo de confianza que le ha acompañado durante sus años en la Fórmula 1. Hasta su reciente venta, en Quimoalar constaba como administrador único Alberto Fernández Albilares, amigo de la infancia del piloto, y también aparecía su representante y persona de total confianza en todos sus negocios, Luis García-Abad.
Redes. El hecho de que Fernando Alonso continúe siendo embajador de Kimoa continuará dando a la marca un importante escaparate en internet. Solo en Instagram el piloto cuenta con 3,4 millones de seguidores.