Ibercaja actualiza su folleto para salir a Bolsa en otoño ante la mejora económica
Los bancos de inversión y la firma creen que ya se dan las condiciones para cotizar El consejo de final de agosto tomará una decisión
Ibercaja está convencido de que ahora vuelven a darse las circunstancias para retomar su proyecto para salir a Bolsa, que retrasó al inicio de la pandemia en marzo de 2020. Ha comenzado a reactivar todo el proceso, incluidas las negociaciones con los supervisores, bancos de inversión y asesores. De hecho, ha redactado un nuevo folleto para llevar a cabo esta operación, y que incluye las cuentas de junio de 2021. En este periodo el banco que preside José Luis Aguirre ganó 94,1 millones de euros, más del doble que en igual fecha del año anterior.
Los datos de los test de estrés, comunicados el pasado viernes 30 de julio, unido al levantamiento del veto al dividendo por parte del Banco Central Europeo (BCE) a partir de septiembre, aunque la decisión fue comunicada el 23 de julio pasado, han contribuido también a animar a la dirección de Ibercaja y a los asesores a retomar y acelerar el proceso para intentar salir al parqué el próximo otoño, en las ventanas de octubre o noviembre.
“Poder incluir en el folleto una orientación de los objetivos de dividendo es importante”, señalan desde un banco de inversión. Otra fuente recuerda que Ibercaja tradicionalmente ha dado un dividendo a la fundación del 50% de sus beneficios, pay-out que puede darnos una señal de su posible política de remuneración al accionista una vez que comience a cotizar.
De momento, tras tantear al mercado y a inversores, todo indica que otoño es un momento idóneo una vez que la banca ha recuperado fuerza, y la economía muestra signos de recuperación, con previsiones de crecimientos elevados. El Banco de España, de hecho, ha elevado su previsión de crecimiento de la economía española al 6,2% para este año, dos décimas más que el 6% apuntado en sus anteriores estimaciones de marzo, y prevé que aumentará un 5,8% en 2022.
Ya en el próximo consejo de administración de Ibercaja, que se celebrará previsiblemente el 27 de agosto, se tomará una decisión, aunque no será hasta un mes después cuanto se podría aprobar este proceso de salida a Bolsa.
Ibercaja debe salir a Bolsa como operación estratégica para que la Fundación bancaria reduzca su participación en el banco por debajo del 50%, incluso del 40% (aunque esto podría suceder en una segunda fase) antes de 2023, tal y como marca la Ley de Cajas, tras prorrogar el Gobierno el periodo para llevar a cabo esta operación como consecuencia de la pandemia.
Actualmente, el primer accionista controla un 87,8% de los títulos del banco, por lo que la posición mínima del banco de la que tendría que desprenderse rondaría el 40%. La entidad aragonesa ha contratado a Rothschild como asesor independiente, a Morgan Stanley y JP Morgan como coordinadores globales de la oferta y a Bank of America y UBS como entidades colocadoras.
Ibercaja, que sigue defendiendo y apostando por su independencia y que se ha incluido en su nuevo plan estratégico, suma unos recursos propios al cierre del primer semestre, según la documentación presentada a la CNMV, de 3.252 millones de euros, cifra que está ligeramente por encima de lo registrado seis meses antes. Así, al cierre de 2020 sus fondos propios ascendían a 3.160,6 millones de euros. Como referente de precios, según el mercado, los bancos de inversión y asesores toman los de Unicaja como suelo, con descuentos en su cotización del 0,70% sobre su valor en libros, y los de CaixaBank como techo, que cotiza con descuento de alrededor de un 0,30% de su valor en libros.
Estas dos entidades tienen un modelo de negocio y composición muy similar al de Ibercaja. Incluso cuentan con fundaciones como principales accionistas. No hay que olvidar que estos tres bancos tienen sus orígenes en las antiguas cajas de ahorros, y han sido las supervivientes de la debacle del sector de ahorro durante la crisis financiera de la última década.
La independencia por bandera
En defensa de su independencia. Ibercaja siempre ha estado en las quinielas de los analistas financieros como un posible emparejamiento de otros bancos medianos como Unicaja (que acaba de fusionarse con Liberbank) o Abanca. Pero desde hace unos meses parece que el mercado ha dejado de insistir en esta idea, y creen que la entidad aragonesa es una candidata a mantenerse como uno de los actores del transformado mapa bancario español en los próximos años.
Futuro. Unicaja tiene un tamaño mayor que Ibercaja, pero la firma aragonesa cuenta con un fuerte negocio de fondos y pensiones potente, que el mercado valora y su proceso de digitalización también es mayor que el de la entidad malagueña, señalan expertos, tras comparar una posible valoración de la excaja zaragozana con la malagueña.