Claves sobre los contratos de confidencialidad de pymes y autónomos
Es un documento que sirve para proteger el uso de información sensible de la empresa
El contrato de confidencialidad es útil para aquellas pymes y autónomos que compartan información sensible sobre la empresa. Se trata de un documento que sirve para proteger la información confidencial de la empresa. En él se debe incluir información relacionada con las partes que firman el contrato, su relación y las consecuencias de incumplirlo.
En el portal ‘Ideas para tu empresa’ de Vodafone explican que este tipo de contratos también se conocen como NDA por sus siglas en inglés. El documento se puede firmar tanto con inversores interesados en la empresa, como entre socios, clientes e incluso cuando se contratan nuevos trabajadores.
A la hora de suscribir un contrato de confidencialidad, conviene tener presente que este documento se puede adaptar al tipo de relación que haya entre ambas partes. Igualmente, la información que se incluya en él debe tratarse como confidencial. Entre la información que se puede incluir en este tipo de contratos figuran los datos sobre los clientes, los beneficios o deudas de la empresa, algoritmos empleados, sistemas o procedimientos que marquen la diferencia con otras compañías o cómo es la idea de negocio.
Qué información se protege
Es importante que en el contrato de confidencialidad quede bien atada toda la información sensible de la empresa. Desde el portal ‘Ideas para tu empresa’ exponen que cada documento puede adaptarse, no obstante, es imprescindible que contenga una información básica como es la relativa a quién firma el contrato y el motivo del mismo.
Además, dentro del contrato de confidencialidad se debe incluir qué información se quiere proteger. Habrá que especificar, por tanto, la información concreta a la que hace referencia el acuerdo. En caso de no ser así, si se tuvieran que adoptar medidas legales, esto podría no ser suficiente. En este sentido, más vale determinar si dicha información tiene que ver con datos financieros o bien sobre un procedimiento determinado o información tecnológica.
Por otro lado, se deben añadir tanto los fines como los límites del uso de la información. No hay que olvidarse de incluir las consecuencias legales que puede tener el incumplimiento del contrato.